Y es que los Gigantes dieron un partido para recordar aunque no faltó el factor de la incertidumbre. Decidimos ir a un bar en Times Square porque sabía que si ganaban, ahí iba a estar la acción.
Todo indicaba la derrota de los Gigantes y la gente lo transmitía, no había ruido alguno, todos pendientes de las pantallas esperando el milagro y ¡así fue!
En los últimos minutos, el juego dio un giro y ¡ganamos! Yo feliz por lo que sería mi primer experiencia masiva en Times Square y así fue. La gente empezó a salir de los bares para reunirse en el punto central del festejo, las llenas de publicidad e iluminadas calles de Times Square.
Y, como siempre, la seguridad en Estados Unidos, no podía fallar, y todo y todos estuvimos bajo el control de la NYPD (New York Police Department); aún así, no faltó el pasado de listo que termino en las patrullas detenido.
La porra iba del "¡Olé, Olé, NY, NY!" a "Let's go giants, Fuck Tom Brady!". Los camiones de bomberos pasaban por la avenida con sus sirenas prendidas, y la gente emanaba una energía impresionante.
A lo anterior se le sumó que las pantallas gigantes del Times transmitieron mensajes de felicitación al equipo seguido de su espectacular publicidad. Ni siquiera sentí el frío, y eso que estabamos a 2 grados centígrados.
Así se vivió en Times Square la victoria de los Gigantes, fiesta que aún no termina, pues hoy se celebrará por todo lo alto la victoria de los Gigantes con un desfile que recorrerá las calles de Manhattan y que terminará con una ceremonia en la que los jugadores del 'Big Blue' recibirán las llaves de la ciudad.