La responsable de decidir si Watson merece una sanción por violar la política de conducta de personal de la liga será la exjueza federal de distrito, Sue Robinson, quien fue nombrada por la NFL y la Asociación de Jugadores de la liga para este caso.
El mariscal de campo atraviesa este proceso porque recibió demandas de 25 mujeres, aunque una fue desestimada, que lo acusan de conducta sexual inapropiada en sesiones de terapia de masajes durante su paso por los Houston Texas entre 2017 y 2020.
La semana pasada el abogado que representa a las mujeres, Tony Buzbee, compartió que 20 de ellas llegaron a un acuerdo compensatorio con el pasador; los montos de dichos acuerdos son confidenciales.
El portavoz de la NFL, Brian McCarthy, aseguró el miércoles que dichos acuerdos no afectarán el curso de la investigación, ni el proceso disciplinario que puso en marcha la liga y que podría traerle a Watson un castigo de hasta un año de suspensión.
Luego de dejar a los Texans en 2020, el quarterback firmó en marzo pasado un contrato con los Browns hasta 2026 a cambio de 230 millones de dólares, lo hizo después de que un juez del condado de Harris en Texas desestimó los cargos en su contra.
Aunque no hay tiempo límite para que Robinson emita su fallo, la NFL espera que éste llegue antes del 26 de julio, fecha en que los Cleveland Browns arrancarán sus entrenamientos para la pretemporada.
Si Watson es suspendido un año su contrato terminaría en 2027.
En caso de que cualquiera de las partes apele la resolución de la oficial disciplinaria, el caso pasará al comisionado de la NFL, Roger Goodell, o una persona que él designe para emitir una sentencia que sería definitiva.
El mariscal de campo no ha jugado desde 2020 cuando estaba con los Texans. Watson se quedó fuera de la temporada 2021, durante la cual solicitó salir del equipo antes de que surgieran las acusaciones de conducta sexual inapropiada.