Suiza no baja la música y Meillard se suma a la fiesta de Odermatt

Meillard, de 28 años, logró su séptima victoria en la competición de la regularidad, la tercera de la temporada, al cubrir las dos mangas en la pista Greyhawk/Hemingway -con salida a 2.242 metros de altitud y un desnivel de 400- en dos minutos, quince segundos y 21 centésimas. Exactamente 95 menos que el cuádruple ganador de la general y de la Copa del Mundo de la disciplina; y con una ventaja de un segundo y 14 centésimas sobre el noruego Henrik Kristoffersen, que mantuvo el tercer puesto que ocupaba tras la primera bajada.

Natural de Neuchatel, Meillard confirmó que está en la mejor temporada de su carrera y se unió a la fiesta de Odermatt, de 27, que este curso repitió el pleno logrado la pasada temporada, anotándose los Globos de Cristal en todas las disciplinas que disputa -todas, menos el eslalon-; y que, al igual que en el caso de la general, se anotó por cuarto año seguido la Copa del Mundo de gigante. Su gran especialidad. Una disciplina en la que también es campeón olímpico y mundial; y en la que cuenta más de la mitad (26) de sus 45 victorias en la competición de la regularidad.

Meillard, que, aparte del bronce en la prueba de esta disciplina también ganó dos oros, en la combinada y en el eslalon, en los pasados Mundiales de Saalbach (Austria) -de los que salió como gran triunfador, 'robándole' el protagonismo a Odermatt-, lideraba tras la primera manga con 53 centésimas sobre el brasileño de origen noruego Lucas Pinheiro, que perdió dos plazas en la bajada decisiva y se tuvo que conformar con el cuarto puesto final.

A 65 centésimas afrontaba la segunda manga, con el tercer crono en el primer acto, Kristoffersen, campeón mundial de la disciplina hace seis años y ganador de la Copa del Mundo de la modalidad hace cinco. Y en cuarta posición, tras otra gran puesta en escena, se situaba el andorrano Joan Verdú: a ocho décimas exactas.

Odermatt había cometido un error en la parte alta del primer recorrido y era sexto, a 98 centésimas de su compatriota Meillard; y a sólo dos centésimas -y un puesto por detrás- del mejor austriaco, Stefan Brennsteiner, que mantuvo el quinto puesto.

Raphael Haaser, que el pasado 14 de febrero enamoró a Austria ganando en casa el oro mundial de la disciplina, no había pasado del decimoséptimo en la primera manga, en la que se quedó sin opciones, al acabarla a dos segundos y 21 centésimas. El suizo Thomas Tumler, que se había proclamado subcampeón del mundo ese día, era noveno, a 1.29 de su compatriota Loic.

Haaser se salió de recorrido en la segunda manga; y Tumler concluiría decimotercero.

La primera referencia buena de la segunda bajada en la muy técnica pista de la estación del estado de Idaho la firmó el austriaco Marco Schwarz, que firmó la remontada del día. Avanzó ocho posiciones y acabó sexto.

Odermatt demostró por qué se ha convertido en el gran dominador del deporte rey invernal estos últimos años, al igualar exactamente el tiempo de Schwarz (1:04.83), que acabó siendo el mejor de la segunda manga; y tomó el liderato de la prueba. Brennsteiner no mejoró al helvético. Y Verdú se salió de recorrido.

Kristoffersen -que este jueves defiende 47 puntos en el eslalon ante Meillard- se quedó a 19 centésimas de 'Odi', que, de esta manera, se aseguraba el podio. Pero aún quedaban por salir Pinheiro y Meillard.

El brasileño se quedó a casi cuatro décimas del astro de Nidwalden y al final se tuvo que conformar con el nunca agradecido cuarto puesto final. A 1.33 de Meillard, que aún puede prolongar el festival suizo este jueves, cuando concluyan las finales de la Copa del Mundo -y con ellas la competición de la regularidad- con la disputa de las pruebas de eslalon. Disciplina que aún está por decidir en ambos casos.

Kristoffersen comanda la clasificación con 612 puntos y puede ganar por cuarta vez la Copa del Mundo de eslalon si defiende (las citadas) 47 unidades ante Meillard, flamante campeón mundial; y 86 ante el francés Clement Noel, campeón olímpico de la disciplina.

Antes, se decidirá la competición femenina, cuya resolución se prevé aún más emocionante. La croata Zrinka Ljutic comanda la clasificación con 515 puntos, 41 más que la suiza Camile Rast -oro mundial en Saalbach- y con 51 sobre la austriaca Katharina Liensberger. Con (muy lejanas) posibilidades matemáticas aún está asimismo otra helvética, Wendy Holdener, a la que sólo le vale ganar la carrera y esperar un descalabro colectivo de las tres anteriores.