El Comité Paralimpico Internacional (IPC), reunido en la capital china, decidió admitir su presencia bajo bandera paralímpica y no incluir sus resultados en el medallero oficial.
El IPC sigue así las directrices dadas por el COI, que primero pidió a todas las federaciones internacionales que cancelasen sus competiciones en Rusia y Bielorrusia y luego instó a que sus deportistas fueran excluidos de los torneos internacionales. Cuando ello no fueran posible, los representantes de ambos países debían competir sin sus símbolos nacionales -himno, bandera, uniformes-.
A dos días de la inauguración, y con la mayoría de los deportistas ya en Pekín, el IPC ha optado por no mandarles de vuelta a casa, pero rebajar su papel en los Juegos.
El COI considera que el gobierno ruso ha roto la tregua olímpica que se aprobó por unanimidad en Naciones Unidas con ocasión de los Juegos, al igual que Bielorrusia al apoyar la invasión rusa de Ucrania.
El Comité Paralímpico de Ucrania ha logrado enviar un equipo de 20 deportistas y nueve guías a Pekín, confirmó el IPC, que dijo que su paradero se mantiene en secreto por motivos de seguridad.
Los ucranianos fueron sextos en los Juegos de 2018.
El IPC convocará este año una asamblea general extraordinaria para decidir si la violación de la tregua olímpica será motivo de expulsión del organismo y si, en este caso concreto, debe proceder a suspender o dar por terminada la permanencia de Rusia y Bielorrusia.
Los deportistas paralímpicos de Rusia ya participaron como neutrales en los Juegos de PyeongChang 2018 debido a las sanciones por dopaje. Fueron segundos en la tabla final (24 medallas) y enlazaron así cuatro ediciones seguidas entre los tres primeros puestos del medallero: primeros en Turín 2006 y Sochi 2014 y segundos en Vancouver 2010 y PyeongChang 2018.
Bielorrusia, un equipo de menor potencial, fue octavo en 2018 con 12 podios.
