"Siendo honesto, es como un sueño ya que hace cuatro años estaba aquí en la 28ª posición en parrilla -en la carrera de Moto2-, y no sabía si iba a llegar a MotoGP. Aquel fue el peor Gran Premio de mi carrera deportiva, pero fue un punto de inflexión y ahora es un buen recuerdo, porque puedo reírme de aquello", recuerda el piloto francés de Yamaha.
La cancelación de la jornada del viernes, por la falta de material de muchos equipos, reconoce que es una lástima, aunque ni él ni su equipo se han visto afectados, pero asegura que "cruzamos los dedos para que todo llegue a tiempo aunque en cualquier caso, va a ser un reto, sobre todo para los mecánicos, porque van a tener mucho trabajo y el sábado será un día muy largo, si bien para las televisiones estará muy bien tener toda esa actividad seguida y ya veremos en nuestro caso cómo funciona y simplemente vamos a perder un día y una sesión de libres", recordó Quartararo.
Sobre su carrera en Indonesia, reconoció Fabio Quartararo que "fue muy importante para mí, porque cuando llegamos a Mandalika había cambiado el asfalto y también el neumático, pero sabíamos que éramos rápidos allí, aunque con los cambios no sabíamos qué esperar".
"Básicamente fuimos rápidos en seco, con muy buen ritmo, pero en el momento en que empieza a llover no sabes qué esperar, pero el agarre de Mandalika era bueno y tardé en darme cuenta que podía ser muy rápido. La moto era la misma que en Qatar, pero la pista tenía muy buena adherencia, aunque tenemos que encontrar una solución para los circuitos en los que no haya tanto agarre", destacó el campeón del mundo francés.
En cuanto a la obligación en Argentina de disputar el gran premio en dos días, Quartararo señaló que "al final es siempre lo mismo, si tu moto va bien desde el principio, te vale incluso con un día, pero tan pronto como tienes algunas dificultades, necesitas el viernes por la noche y el sábado por la mañana para intentar solucionarlo y por eso es difícil de decir, pero será una buena experiencia y, desde mi punto de vista, me gusta moverme, pero para los mecánicos y las familias es más difícil, aunque va a ser una nueva experiencia tener sólo dos días".
El rendimiento de su Yamaha continúa siendo una de las grandes incógnitas pues "es una situación ante la cual no puedo hacer demasiadas cosas pues el agarre de la pista es muy importante y tenemos una línea muy fina ya que cuando hay mucha adherencia la moto funciona de maravilla y puedes hacer lo que quieras, pero en el momento en el que baja ese agarre hay que apretar mucho más para conseguir menos, y en Qatar probé bastantes cosas".
"Hay que tener también un poco de suerte y en función de la pista y de las curvas te puedes adaptar más o menos rápido, pero no puedo prepararme para ello", reconoce al respecto el campeón del mundo de MotoGP.