O’Ward siempre planteó batalla y fue muy protagonista junto a Josef Newgarden y Will Power. El mexicano no hubiera podido hacerlo de no haber realizado una salida espectacular, en la que pasó del séptimo al cuarto puesto, para posteriormente situarse tercero, posición que apenas abandonaría durante las 300 vueltas del trazado.
La otra clave para comprender el triunfo del piloto regio es el accidente sufrido por un Josef Newgarden que lideraba la prueba con muchísima contundencia. Tras el abandono del piloto de Nashville, O’Ward se situaba líder y no cedería en las setenta vueltas restantes.
O’Ward no podía ocultar la sonrisa al atender a los periodistas tras bajarse de su monoplaza y reconoció el mérito de todo el equipo.
"Los chicos de boxes estuvieron impresionantes, sabía que teníamos el ritmo pero luego hay que hacerlo también en tráfico. Estoy muy feliz, sabíamos que había un gran coche y ellos hicieron un excelente trabajo. Ha sido un gran fin de semana", afirmó.
El equipo Arrow McLaren y el propio O’Ward marcaban como objetivo para este fin de semana recortar puntos con la cabeza de la clasificación, y lo han conseguido con el segundo puesto del sábado y el triunfo del domingo, el mexicano se acerca a Ericsson en la general y está a tan solo 36 puntos.
Los cuatro triunfos cosechados hasta ahora por Pato O’Ward en IndyCar responden todos a trazados diferentes: Texas era un óvalo grande, Detroit una carrera urbana, Alabama un circuito y este último un óvalo corto. Además, tres de esas cuatro victorias llegaron en 'double header races', imponiéndose siempre en la del domingo.
Uno de los momentos clave de la carrera fue el accidente protagonizado por Josef Newgarden, aparentemente por un fallo de suspensión en su rueda izquierda delantera, que le hizo perder el control del monoplaza y chocó de manera muy violenta contra el muro. Por entonces lideraba con mucha contundencia, y apuntaba a un segundo triunfo consecutivo en su circuito favorito, pero se vio obligado a abandonar.
"Tengo ganas de llorar", decía Newgarden al bajar de su monoplaza y verlo destrozado.
"Estoy triste, muy triste por mi equipo, estaba haciendo una gran carrera. No fue un fallo mío, noté una vibración, algo inesperado. Así son las carreras y no cambia que Team Penske es el mejor equipo, no dejamos de luchar, estoy seguro de que estaremos bien", afirmó.
Junto a Will Power, ambos dieron una exhibición de pilotaje y competitividad por la primera posición durante tres cuartos de carrera, con momentos de mucha tensión en salidas de boxes y situaciones de ambos monoplazas en paralelo a todo gas por intentar ganar la iniciativa.
De haber logrado el triunfo, Josef Newgarden se hubiera convertido en el nuevo líder del campeonato desbancando a Marcus Ericsson, pero se marcha de Iowa a 34 puntos del sueco y con la duda de si podrá o no pilotar en la siguiente prueba, el Gallagher GP en Indianápolis el próximo 30 de Julio.
En el caso de que se le diagnostique una conmoción cerebral, no podría volver a subir a un monoplaza hasta siete días después del accidente.
Marcus Ericsson no ha obtenido los resultados que esperaba en Iowa, octavo el sábado y sexto el domingo, pero el sueco sobrevive en el liderato de la clasificación de pilotos, viendo cómo la pelea por el título se aprieta mucho más.
En las últimas vueltas tiró de instinto para tratar de mantenerse en lo más alto y peleó por la tercera posición sin éxito con Scott McLaughlin, Scott Dixon y Jimmie Johnson; tercero, cuarto y quinto respectivamente.
No ha sido un buen fin de semana para Alex Palou, que cierra la carrera del domingo como décimo tercero y ve cómo se esfuma la oportunidad de regresar a lo más alto y recuperar las sensaciones del año pasado. Han sido dos posiciones discretas que le han llevado a perder puestos y puntos en el campeonato de pilotos, estando ahora sexto a 44 unidades del líder.
Esta segunda carrera comenzó mal para el catalán, perdiendo posiciones constantemente, y quedando muy lejos de los primeros puestos. Las banderas amarillas le permitieron acercarse pero nunca llegamos a ver una reacción como la del sábado, sin llegar a tener opciones de finalizar entre los diez mejores.