“Es siempre un honor de jugar contra ella y estoy muy contenta de tener el público de nuevo”, comentó Osaka tras alcanzar por segunda vez la final en Melbourne Park, en la que se enfrentará a la estadounidense Jennifer Brady (22) o a la checa Karolina Muchova (25).
Estaba llamado a ser un duelo entre semejantes estilos, puesto que ambas tenistas construyen su juego a partir de una extrema agresividad, en una Rod Laver Arena que contó con la presencia de un escaso público por primera vez en cinco días tras el fin del confinamiento que afectó a la ciudad de Melbourne.
Se impuso Osaka, quien estuvo más acertada en líneas generales, al conectar seis saques directos, tres más que su rival, y veinte golpes ganadores, ocho más que Serena.
“Cuando era pequeña la veía ganar todos esos títulos y ahora es diferente porque compito con ella de tú a tú”, explicó tras acercarse a la que podría ser su cuarta corona ‘slam’.
La japonesa desveló también en su entrevista a pie de pista que este miércoles fue la primera vez en cinco días que cenó comida griega y que posteriormente el tenista heleno Stefanos Tsitsipas (5) se impuso al español Rafael Nadal (2) en cuartos de final, por lo que podría haber sido una señal.
Su camino hasta la final ha sido impecable después de haber dejado por el camino a la rusa Anastasia Pavlyuchenkova, la francesa Caroline Garcia, la tunecina Ons Jabeur (27), la española Garbiñe Muguruza (15), la taiwanesa Su-Wei Hsieh y la estadounidense Serena Williams (10).
Osaka mantiene un cara a cara favorable con sus dos posibles rivales en la gran final: 1-0 con la checa Muchova y 2-1 con la estadounidense Brady.