"Fue un derrame cerebral según el parte médico", indicó Beltrán.
Leal, quien iba a cumplir 27 años el 25 de octubre, falleció tres días después de perder por nocaut en el octavo episodio ante Hirales de pelea disputada en Cabo San Lucas, en el estado de Baja California Sur.
El "Pequeño soldado", como era conocido popularmente el pugilista, fue atendido inicialmente en Cabo San Lucas, luego fue llevado a un hospital de La Paz y de allí fue ingresado en el UC San Diego Medical Center de San Diego, en donde falleció.
La esposa de Leal, Laura Coronel, y la familia acordaron donar los órganos del pugilista con la intención de salvar las vidas de otras personas. "Es un gesto muy generoso en medio de esto que no deja de ser una tragedia para todos nosotros", declaró el manejador del pugilista, Miguel Barraza a ESPN.
Apenas el año pasado, Leal fue noqueado en el décimo asalto ante el ruso Evgeny Gradovich el 31 de marzo en la ciudad estadounidense de San Antonio y fue hospitalizado.
Entonces, Leal desoyó los consejos de abandonar el boxeo profesional y siguió en los encordados.
"Casi murió el año pasado en Texas, pero lo buscó y esta vez fue demasiado lejos. Casi suicida", dijo el vicepresidente de la empresa Top Rank, Bruce Trampler a través de su cuenta de Twitter.
Leal recibió fuertes golpes en el octavo round, que terminó con dos impactos en la parte posterior izquierda de la cabeza. De inmediato cayó sentado en una esquina. Intentó levantarse, pero no pudo.