Mayweather vs. "Canelo" Álvarez: sólo uno seguirá siendo invencible

Las cifras que rodean el combate de boxeo de mañana entre el estadounidense Floyd Mayweather y el mexicano Saúl "Canelo" Álvarez y los beneficios que repartirá entre todos los actores del "show" casi ocultan que uno de los dos dejará para siempre de ser un púgil invencible.

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La pelea de mañana en Las Vegas por el campeonato del mundo del peso superwelter está siendo promocionada como si fuera un Ali-Foreman o un Tyson-Holyfield, y aunque difícilmente alcance esos niveles de leyenda, sí puede batir récords pase lo que pase en el ring.

Y todo gracias a la combinación de dos cadenas de televisión: la estadounidense Showtime, que tiene bajo contrato a Mayweather, y la mexicana Televisa, que mima a "Canelo".

Es la pelea soñada para cualquier promotor. Los dos son guapos y el pelirrojo Álvarez es un rival televisivamente perfecto para Mayweather. Ambos lucen además palmarés impecables, sin derrotas.

La presencia del mexicano atraerá a millones de espectadores latinos en "pay-per-view" y a aficionados acaudalados del país vecino hasta el hotel MGMT en "The Strip", Las Vegas. Las entradas se agotaron de inmediato, recaudando casi 20 millones de dólares. Los asientos a pie de ring se pagan a 10,000 dólares.

"Es el boxeador más popular en este momento", dijo el ex púgil Oscar de la Hoya sobre su pupilo.

Álvarez tiene 23 años. Su pelo rojo, su mandíbula cuadrada y la potencia de sus golpes dicen mucho más que sus palabras. Según "Forbes", es el deportista mejor pagado en México después de las estrellas del béisbol que juegan en Estados Unidos. Televisa ya ha anunciado que prepara una telenovela sobre su vida.

Hasta 40,000 personas se reunieron el 20 de abril en el Alamodome de San Antonio para ver ganar a Austin Trout. Sus dos últimos combates transmitidos en Showtime congregaron a más de un millón de espectadores, dos de las cinco peleas más vistas en la historia de una cadena que ha calentado las últimas semanas el ambiente con la serie "The One", en la que contó en varios capítulos el día a día de los púgiles que se enfrentan mañana.

Toda una novedad para Álvarez y una costumbre ya para Mayweather, que ya fue objeto de un "reality show" con motivo de la pelea que le ganó a De la Hoya en 2007 y que le encumbró.

El estadounidense, el deportista mejor pagado de los Estados Unidos, ganará con el combate 41.5 millones de dólares, gane o pierda, a lo que sumará los 32 que se embolsó por vencer en mayo a Robert Guerrero. No por nada se le llama "Money" Mayweather. Se estima que Álvarez ganará siete millones.

"Soy el productor ejecutivo de este 'reality' en el que todo parece loco y salvaje", recordó esta semana Mayweather, meticuloso, perfeccionista y consciente de que debe su inmensa fortuna tanto a sus puños como a su telegenia.

A los 36 años, 13 más que su rival, Mayweather, campeón en cinco categorías (44-0, 26 KOs), tratará de exhibir de nuevo su agilidad y sus reflejos para evitar los golpes de "Canelo" (42-0-1, 30 KOs), que tiene mucha más pegada en sus puños. El combate a 152 libras ha obligado a engordar al estadounidense y a adelgazar al mexicano.

"La gente cree que sólo es un toro que embiste. Verán lo contrario", promete De la Hoya, el mentor y el hombre al que Álvarez parece destinado a suceder.

"Canelo" sabe que el aspecto psicológico será importante ante su oponente, capaz de esquivar casi todos los golpes. "Tengo que tener calma. Muchos se desesperan y cuanto más se desespera uno, más errores comete. No es ésa la forma de ganar a Floyd", afirmó el mexicano.

"Tiene mejor cabeza, es más estable que Mayweather", abundó De La Hoya, que resta importancia a la falta de experiencia de su pupilo.

"Pretty boy" Mayweather eligió a Álvarez como rival pese a ser más pesado, porque le atrae el reto de vencer también a la gran esperanza futura del boxeo, un púgil 13 años menor, y demostrar que el meticuloso cuidado de su cuerpo sigue dando resultados.

"Ya he estado aquí antes. Nací para estar aquí, para estar a este nivel. Siento que soy el último de mi especie", afirmó el locuaz Mayweather, rebosando tanta seguridad como sudor cuando entrena.