La Conmebol, ¿ante un cambio en el eje de poder?

La muerte de Julio Grondona no sólo generó novedades en el futbol argentino, sino también en la Conmebol, donde países tradicionalmente relegados aspiran a ganar terreno en los puestos de conducción.

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Los movimientos producidos desde el viernes en los máximos cargos de la Conmebol (Confederación Sudamericana de Futbol) muestran un posicionamiento significativo de Colombia, Chile y particularmente Venezuela, países que ahora ocupan las tres vicepresidencias y que cuentan con posibilidades de acceder a la presidencia en mayo de 2015, cuando se realice el próximo congreso.

Los tres países quedaron un escalón por debajo de Paraguay, que reasumió la presidencia con Juan Angel Napout, luego de 16 meses de gestión del uruguayo Eugenio Figueredo, quien sucedió en abril de 2013 al también paraguayo Nicolás Leoz.

Figueredo asumió el año pasado como jefe de transición del futbol sudamericano tras la extensa "era Leoz", que estuvo 27 años al mando de la Conmebol. Pero el uruguayo, de 82 años, ocupará ahora la vicepresidencia que Grondona dejó vacante en la FIFA.

Sin dos "pesos pesados" como Grondona y Leoz, el congreso de la Conmebol que se realizará en mayo llega envuelto en las especulaciones.

Todos quieren el sillón de la presidencia y los países que en las últimas décadas estuvieron relegados pugnarán por dar el salto que les permita tomar las riendas del futbol sudamericano.

Sin embargo, Napout ya dejó en claro sus intenciones de seguir al mando. "Llegar a este lugar es el sueño de todo dirigente", afirmó el nuevo jefe de la Conmebol, cuyo cargo en la presidencia de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF) fue ocupado por Alejandro Domínguez.

Pero lo cierto es que los movimientos en la cúpula de la Conmebol han brindado a países que en las últimas décadas estuvieron relegados la posibilidad de intentar equilibrar la hegemonía que vienen ejerciendo los país del Mercosur (especialmente Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) en la Conmebol desde 1986.

Así, están a la expectativa Colombia, Chile y Venezuela, país éste que esgrime, entre sus argumentos, que Rafael Esquivel es el más antiguo dentro de la Conmebol, después de la muerte de Grondona.

Pero también integra ese grupo Bolivia, que por ahora accedió a la tesorería con Carlos Chávez Landívar, un puesto clave por el que pasan todos los números de la Conmebol.

El venezolano Esquivel suma 27 años al mando de la Federación de fútbol de su país y, durante los recientes movimientos, consiguió saltar de director de la Conmebol a vicepresidente tercero.

En esa lista de longevidad se encuentra en el segundo lugar el ecuatoriano Luis Chiriboga, quien ingresó en 1998, es decir, 11 años después del venezolano, e intentará hacer pesar la antigüedad.

La Conmebol fue fundada en 1916 y de los once presidentes que ha tenido, tres han sido de Uruguay (1916-1926; 1959-1961 y 2013-2014), dos de Argentina (1926-1939), dos de Paraguay (1986-2013 y el actual 2014) y uno de Brasil (1957-1959).

En esos 98 años de la institución sudamericana los países del Mercosur controlaron la Conmebol y solamente dos veces hubo lugar para otros: Chile (1939-1957) y Perú (1966-1986), aunque por períodos prolongados, como ha sido la tónica de los gobiernos de la organización.

Desde 1986 la gestión ha sido reservada para Uruguay y Paraguay, con el peso decisivo que tienen Argentina y Brasil, aunque sus dirigentes no ocupen los primeros lugares en la estructura orgánica de la institución.

Otro elemento significativo que surgió de la reunión del Comité Ejecutivo del viernes, en Asunción, es la edad de los nuevos dirigentes, lo que se interpreta como una señal de cambio generacional.

El paraguayo Napout, flamante presidente hasta mayo, tiene 56 años, el colombiano Luis Bedoya 54 y el chileno Sergio Jadue 35.

Los movimientos de la última semana no terminaron el viernes. Continuarán durante los próximos diez meses y en mayo se sabrá si la muerte de Grondona y las renuncias de los veteranos Leoz primero y de Figueredo después cambiarán la correlación de fuerzas al interior de la Conmebol. (DPA)