En un comunicado, el gobierno de la Ciudad de México destacó que ambos sucesos promovieron una importante atracción de turistas hacia la capital del país y representaron una importante derrama económica.
Por un lado, la Fórmula E implicó noches de hotel; asistencia a diversos restaurantes y bares; ver el evento en muchos de los establecimientos de la ciudad que ofrecen televisión de paga; transporte o compra de recuerdos de la capital, entre otros, lo que permitió alcanzar una derrama económica de 667 millones de pesos.
Para garantizar la integridad física de los asistentes a dicha competencia de automóviles eléctricos, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) local desplegó 1,515 policías con el apoyo de 65 unidades.
Mientras que el Zócalo capitalino debutó como arena de boxeo, donde más de 25 mil personas presenciaron distintas peleas profesionales, cuyo efecto de igual manera se potencializó gracias a la asistencia a restaurantes, museos y centros comerciales, principalmente, con lo que se logró una derrama económica de 50.1 millones de pesos.
Para brindar protección a los asistentes que se dieron cita en la Plaza de la Constitución, la SSP desplegó a 224 policías y 29 unidades.
Al respecto, el jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa, subrayó que la capital del país “es una ciudad que se vuelve el centro y, obviamente, un lugar para espectáculos de clase mundial. Para que vean que México puede convocar a todo el mundo y aquí estamos reunidos”.
“Estamos comprometidos con llevar la difusión del deporte a todos los lugares, a todos los espacios”, enfatizó.
A fin de garantizar la integridad personal y patrimonial de los asistentes, además de evitar la alteración del orden público, faltas administrativas y la comisión de ilícitos, participaron policías de proximidad, metropolitanos y de tránsito, así como paramédicos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) y un helicóptero.