Serán los partidos que debían disputar los Charlotte Hornets contra los Washington Wizards y los Portland Trails Blazers ante los Memphis Grizzlies, en ambos casos, el aplazamiento se dio por el seguimiento de contagios de Covid-19 en dos de los cuatro equipos, además de tener bajas por lesión.
Los dos nuevos aplazamientos elevan a 17 los que se han dado desde que el pasado 23 de diciembre se generó el primero con los Houston Rockets y los Oklahoma City Thunder al no poder tener el equipo tejano el mínimo de los ocho jugadores que se requieren para disputar un partido oficial.
Mientras la NBA insiste y quiere que los jugadores cumplan todos los protocolos de evitar el máximo de contacto entre jugadores que no estén relacionados con la acción de los partidos.
Después de presenciar que algunos jugadores rivales ignoran las nuevas reglas de la liga contra el contacto innecesario en las noches de partido, la NBA ha decidido que la seguridad del equipo se traslade al área central del campo para disuadir violaciones que incluyen abrazos y apretones de manos.
Lo anterior fue actualizado por la NBA en otro memorando interno que envió a los equipos.
A medida que aumentaban las infecciones por el coronavirus en medio de una pandemia cada vez más oscura, la NBA endureció recientemente las regulaciones sobre jugadores y personal, incluidas varias destinadas a disminuir la posibilidad de transmisiones en la pista.
A pesar de esos cambios, todavía hubo instancias de contacto de jugadores tradicionales en escenarios posteriores al partido, lo que llevó a la NBA a emitir un memorando el martes reafirmando las reglas que requieren que los equipos permanezcan en su mitad de la pista en los calentamientos previos al partido y del medio tiempo, y los límites a contacto físico que incluye solo golpes de codo o puño.
No se permiten choques de manos, abrazos y apretones de manos, ni conversaciones prolongadas después del partido, aunque se llevan mascarillas.
Algo que ha enfurecido a los jugadores, que no entienden cómo pueden estar durante 48 minutos en contacto físico permanente intercambiando choques y sudor para luego no poderse ni saludar.
Aunque tratan de mantenerse en un segundo plano, ya hay un grupo importante de jugadores que consideran que si la NBA está tan preocupada por los contagios y la salud de los jugadores, entonces que ordene la suspensión de la competición como hizo el pasado marzo cuando se inicio la pandemia del coronavirus.
Uno de esos jugadores es el base George Hill, de los Thunder, quien considera que la suspensión de la competición sería la mejor opción hasta que puedan tener la vacuna.