Australia domina el medallero; Kaylee McKeown y Leo Marchand, los nadadores del Mundial

Australia dominó el medallero del Mundial con 13 oros sobre 25 posibles (13-7-5), en una competición en la brillaron con un triplete cada uno la oceánica Kaylee McKeown y el francés Leon Marchand, y se batieron diez récords mundiales.

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Kaylee McKeown. EFE/EPA/KIYOSHI OTA

Hacía 22 años, justo la última vez que el Mundial se disputó en Fukuoka (2001), que Australia no dominaba el medallero. El equipo estadounidense, gracias los triunfos en la última jornada en los relevos mixtos, finalizó segundo (7-20-11), por delante de China.

Estados Unidos superó a China en el segundo puesto del medallero y se llevó 38 medallas, 7 de oro, 20 de plata y 11 de bronce. Los 5 oros de China le aseguraron el tercer puesto del medallero (5-3-8).

Pese al dominio en el medallero de los 'aussies', el sistema de puntuación de World Aquatics otorgó el título honorífico de mejor equipo al estadounidense. McKeown y Marchand fueron distinguidos como los mejores en Fukuoka.

MCKEOWN, SIEMPRE SU PADRE EN EL RECUERDO

McKeown y Marchand brillaron con luz propia. La australiana consiguió un triplete en las pruebas de espalda (50, 100 y 200), con récord oceánico en los 50 y de los campeonatos en el hectómetro.

Desde que en 2020 falleciera su padre, Sholto, Kaylee luce un tatuaje en el pie izquierdo con la inscripción: "Siempre estaré contigo".

Su progenitor, que perdió la vida con 53 años a causa de un cáncer cerebral, es su inspiración y la nadadora antes de saltar a la piscina busca ese momento de conexión con su padre mirando el tatuaje.

MARCHAND, EL LECTOR DE MANGA

Marchand pasará a la historia por haber arrebatado un récord histórico a Michael Phelps, una plusmarca en los 400 estilos que databa de los Juegos de Pekín 2008.

El nadador de Toulouse lo hizo a las primeras de cambio. Después se colgó el oro en los 200 mariposa y en los 200 estilos. Durante el Campeonato se conoció la peculiar manera que tiene de relajarse y la necesidad de relativizar éxitos y fracasos.

"¿Qué pasa si fracaso? Nada especial, mi familia seguirá siendo feliz. No pasa nada. Trabajo la respiración, salgo a divertirme y me saco la cabeza la obsesión de ganar medallas, algo que antes me quitaba toda la energía. Me mantengo al margen de lo que pasa en la competición hasta el último momento. ¿Cómo lo hago? Leyendo cómics de manga o mirando series", admitía en una reciente entrevista.

Y también estuvo a un nivel estratosférico el chino Qin Haiyang, que consiguió un triplete en las pruebas de braza (50, 100 y 200), en esta última con récord Mundial incluido.

En un Mundial con diez mundiales batidos, hubo seis protagonistas más, todas ellas con un doblete, cinco mujeres y uno hombre. Se trata de la 'aussie' Mollie O'Callaghan, ganadora de los 100 y los 100 libres; así como las eternas Sara Sjöstrom (SUE, 50 libres y 50 mariposa) y Ruta Meilutyte (LIT, 50 y 100 braza).

O'Callaghan derribó el récord mundial de los 200 libre, Sjöstrom el de los 50 y la lituana igualó el de los 50 y posteriormente lo rebajó.

Otra clásica, la estadounidense Katie Ledecky se sumó a la fiesta con los dobletes en los 800 y 1500 libre, y también se llevó dos oros la joven sensación canadiense Summer McIntosh, ganadora de los 200 mariposa y los 400 estilos.

Y el sexto protagonista con doble victoria es el tunecino Ahmed Hafnaoui, que ganó el oro en los 800 y 1500 libre, así como la plata en los 400 libres.

Otra australiana, Ariarne Titmus, también brilló. Maravilló el primer día con el récord Mundial de los 400 libre y después sumó una plata (200 libre) y un bronce (800 libre) más.