Armstrong aseguró en una entrevista con la televisión británica BBC que hará todo lo posible en las próximas investigaciones "para cerrar ese capítulo".
El estadounidense, al que le fueron retiradas sus siete victorias en el Tour de France (1999-2005), exigió un trato justo.
Algunos actores que participaron de la cultura del doping recibieron un "billete a la libertad", mientras que otros fueron sancionados con una "pena de muerte", criticó Armstrong en BBC.
Armstrong aseguró que vivió momentos "muy duros" tras su confesión y condena.
"Pagué un alto precio respecto a mi posición en el ciclismo, mi reputación y en el apartado económico, porque las demandas siguen creciendo", dijo el texano, que se enfrentó a "pérdidas masivas" después de acumular una fortuna de 125 millones de dólares.
El ciclista señaló además que hubo ciertas cosas "oscuras" en los despachos de la Unión Ciclista Internacional (UCI) bajo el mando de Hein Verbruggen y su sucesor, Pat McQuaid, que perdió las elecciones en septiembre ante Brian Cookson. Sin embargo, aseguró que no son tan "picantes" como la gente cree.