Los argentinos ganaron el primer duelo en el Mundial de México 1986, mientras que los alemanes se impusieron en la edición de Italia 1990.
El próximo domingo en el Estadio Maracaná, en choque entre selecciones que marchan invictas en la presente edición del mundial, saldrán en pos de colocarse en ventaja frente a este adversario en particular.
Con el Estadio Azteca como escenario, que así se convirtió en el primer inmueble en albergar dos finales de Copa del Mundo, luego del choque en México 1970, donde Brasil goleó 4-1 a Italia, el 29 de junio de 1986 se vivió la primera final entre pamperos y germanos.
Al mediodía, con el arbitraje del brasileño Arppi Filho, la albiceleste llegó con paso imbatible en busca de su segunda corona en Copas del Mundo bajo la batuta de su máxima figura histórica, Diego Armando Maradona.
El defensa José Brown adelantó a los sudamericanos a los 23 minutos, cuando aprovechó que el guardameta Harald Schumacher se quedó corto en su salida al tratar de cortar un servicio que envió desde el corredor derecho Jorge Burruchaga.
Para la segunda mitad, en el 56, llegó el 2-0, en un contragolpe donde Maradona tocó para Burruchaga, quien en círculo central tocó para la escapada a velocidad de Jorge Valdano, quien a la entrada del área cruzó por abajo a la izquierda.
Los teutones, fieles a su espíritu, no se rindieron en busca de su tercera corona mundial. En par de tiros de esquina, desde la izquierda, donde un elemento cabeceó para desconcertar a la zaga y propiciar la llegada de otro jugador frente al marco, se generó el 2-2, con los goles de Karl-Heinz Rummenigge (74) y Rudi Voller (81).
Con los europeos volcados al ataque en busca de la voltereta, en otro contragolpe, culminado ahora por Burruchaga con toque raso cruzado a la derecha, Argentina retomó la ventaja 3-2 al 84 y fue campeón por segunda vez en su historia, tras ganar en casa el Mundial 1978, donde superó a otra potencia europea, a Holanda por 3-1.
Por segunda vez con Carlos Salvador Bilardo en el timón y con el talento de Maradona en la cancha, tras una serie de penas máximas, donde el arquero Sergio Goycoechea se volvió figura para eliminar al anfitrión en semifinales en Italia 1990, Argentina llegó a su cuarta final en copas del mundo.
Enfrente, Alemania también avanzó hasta el choque por el campeonato con Franz Beckenbauer como estratega, mientras en la cancha repitieron de la final en el Azteca, elementos como Andreas Brehme, Rudi Voller y el guía de sus avances, Lothar Matthaeus.
Ante más de 73 mil 603 aficionados expectantes en el estadio Olímpico de Roma, los sudamericanos se plantaron a la defensiva, en busca de alargar la definición hasta la tanda de penas máximas, táctica que procuró más a partir del minuto 65, cuando el silbante uruguayo naturalizado mexicano Edgardo Codesal expulsó a Pedro Monzón.
Y es que la albiceleste aspiraba a coronarse por esa vía, luego que el arquero Sergio Goycoechea había sido la figura contra Yugoslavia, en cuartos de final (3-2 en desempate) e Italia en semifinales (4-3 en la tanda de penales), luego de igualadas 0-0 y 1-1 de forma respectiva.
A cinco minutos de que se diera la prórroga, en una acción cerrada donde el zaguero Roberto Sensini se barrió en el área para impedir el posible tiro de Rudi Voller, Codesal marcó la pena máxima que Andreas Brehme convirtió en el 1-0 del título, con tiro raso a la derecha que Goycoechea no alcanzó.
Para los argentinos y mucha gente lo sucedido fue un robo, porque además expulsó a Monzón (65) y José Serrizuela (87).
El próximo domingo, con el estadio Maracaná como sede, mismo que será por segunda vez escenario de una final de Copa del Mundo, 64 años después del "Maracanazo" tras el descalabro de Brasil 1-2 ante Uruguay, se dará el choque que romperá el empate de un triunfo entre germanos y pamperos.
Argentina tratará de mantener la racha de ocho mundiales sin que algún europeo se corone en un país del continente americano, en tanto que Alemania, que cuenta con la mayor cantidad de partidos disputados (105 hasta ahora) y más finales sostenidas (jugará su octava) tratará de ser el primer representativo del viejo continente que conquiste América y convertirse en tetracampeón del orbe, para empatar a Italia y acercarse al pentacampeón Brasil.