En un partido lleno de altibajos, en el que el pívot montenegrino de los Magic, Nikola Vucevic, fue el máximo anotador con 28 puntos, la victoria se decidió en la última décima de segundo con un triple desesperado del base de los de Orlando, Cole Anthony.
Con Towns y el base español Ricky Rubio fuera de juego, el primero tras contraer la covid-19 y el segundo por lesión, los Timberwolves han perdido dos de los tres jugadores con más experiencias del equipo. Rubio tiene 9 años jugando en la NBA y KAT 5. En el equipo de Minnesota sólo Ed David, con 10 años, tiene más experiencia.
A esto hay que sumar que Juancho Hernangómez, el otro español de los Wolves, con cuatro años en la NBA, también está de baja. Y que el equipo que dirige Ryan Saunders está lleno de jugadores muy jóvenes con sólo uno o dos años jugando en la liga. El mismo Saunders sólo tiene 34 años.
Y la bisoñez de la plantilla está pasando rápidamente factura. Los Timberwolves, de los que se esperaba mucho esta temporada tras la incorporación de Rubio, ocupan el último lugar de la Conferencia Oeste. Y de los últimos 11 partidos, el equipo de Minnesota ha perdido 10, incluido el del miércoles ante los Magic.
Por su parte, los de Orlando tampoco llegaban al Target Center de Minneapolis en estado de gracia: los de Florida habían perdido seis partidos seguidos y el lunes fueron derrotados por 81-94 ante los New York Nicks. En su descargo, los Magic también han sufrido una serie de bajas importantes debido a lesiones, como Al-Farouq Aminu y Jonathan Isaac, lo que les ha mermado ofensivamente.
Pero a pesar de todos los problemas, los Magic, en los que destaca el pívot montenegrino Nikola Vucevic, ocupan el puesto noveno en la Conferencia Este.
El partido se inició con un Vucevic entonado tanto desde la pintura como desde más allá de la línea de los triples, lo que puso rápidamente a los Magic en la delantera y con una cómoda ventaja. En poco más de 4 minutos al inicio del partido, los de Orlando tenían una ventaja de seis puntos (11-17) gracias a la actuación de Vucevic, que anotaba 10 puntos y 2 rebotes.
Mientras los de Orlando enfrentaban el aro contrario con disciplina, el ataque de los Wolves era un caos: en los últimos compases del primer cuarto, los de Minnesota desperdiciaron hasta seis rebotes ofensivos en la misma jugada sin ser capaces de anotar.
Los primeros 12 minutos terminaron con un 21-25 para los Magic y la sensación de que los Wolves acumularían una nueva derrota ante la eficacia de Vucevic (12 puntos, 2 rebotes y 1 asistencia) y del base francés Evan Fournier (7 puntos). En frente, Josh Okogie era el más acertado de los Wolves, con 8 puntos y 2 rebotes, seguido por Anthony Edwards, con 5 puntos.
Pero en el segundo cuarto, la magia de los de Orlando desapareció, especialmente de las manos de Vucevic. En un periodo desastroso, los Magic sólo anotaron 10 puntos, 20 menos que los Wolves, recibieron un parcial de 27-3 y se fueron al vestuario cabizbajos con un 51-35 en el marcador.
A la reanudación del partido, los Timberwolves mantuvieron la misma tónica con la que se habían ido al descanso. Los bases D'Angelo Russell y Malik Beasley se repartían la responsabilidad y el liderazgo en el ataque con triples y canastas de dos puntos que rompían la defensa de Orlando.
El equipo de Ricky se llegó a situar 20 puntos por delante. Pero poco a poco, con el resurgir de Vucevic y Fournier, los de Orlando empezaron a rebajar la distancia. Al final del tercer periodo se llegó con 77 puntos para los Wolves y 68 para los Magic, gracias a los 11 puntos que Vucevic logró durante el periodo y los 10 de Fournier.
Durante gran parte del cuarto periodo, los Wolves fueron capaces de gestionar la ventaja y mantener la distancia. Pero a falta de un minuto para el final, el marcador estaba en 94-91. Fue en ese momento cuando afloró la inexperiencia de los de Minnesota.
Dos tiros desperdiciados de Russell y Beasley dejaron el marcador en 96-94 a falta de 16 segundos. Con el balón en manos de los Magic, Gordon falló un triple a falta de siete segundos. El rebote fue para Jarred Vanderbilt, que recibió una personal.
El alero tenía la oportunidad de sentenciar el partido con dos tiros libres, pero los falló ambos y el rebote lo recogió el base de los Magic Cole Anthony cuando faltaba un segundo para la bocina final. El base subió el balón con rapidez y sobre la bocina lanzó el triple que sentenció a los Wolves a una nueva derrota.