La escultura, realizada en alabastro policromado y parcialmente dorado, fue adquirida por el Patronato Nacional de Museos en 1971 y catalogada como pieza de escultura medieval perteneciente a la escuela española del siglo XV.
En 1974 fue asignada al Museo Nacional del Prado, donde estuvo expuesta entre 1999 y 2003. En octubre de 2017 decidió realizar trabajos de limpieza y restauración de la pieza, informa un comunicado de la pinacoteca.
Los expertos del taller de Restauración de escultura detectaron, tras una primera inspección visual, una falta de calidad en la ejecución de la obra catalogada como del XV "desde el punto de vista de la policromía, de la calidad del material escogido y de la manera en la que estaba labrado".
Defectos que "se hicieron mucho más evidentes según progresaba el tratamiento de limpieza al que se somete a la pieza".
Por ello, el laboratorio de materiales del Museo tomó análisis de micromuestras de la policromía, cuyos resultados confirmaron "las sospechas de su falta de autenticidad".
El resultado de esta investigación se iba a hacer público en el congreso "Alabaster As Material For Medieval And Renaissance Sculpture", convocado por el Museo del Louvre para los días 24 y 25 de junio, que ha sido aplazado hasta el próximo año debido a la pandemia.