Poniatowska piensa destinar Premio Cervantes a fundación a su nombre

Azorada y feliz. Así recibió hoy la escritora mexicana Elena Poniatowska la noticia del Premio Cervantes de Literatura, un galardón con el cual, afirmó, "se empieza a reconocer el trabajo de las mujeres" y con el que piensa impulsar una fundación con su nombre.

Etiquetas: 

00042123-original.jpeg

Elena Poniatowska.

Después de recibir cientos de llamadas y de saludar a periodistas en la puerta de su casa, Poniatowska ofreció una conferencia de prensa en una librería de Ciudad de México para hablar sobre el premio que la convierte en la cuarta mujer en recibirlo.

"En general a las mujeres no se les da prioridad, se les da siempre a los hombres, sobre todo en América Latina. En México las mujeres están siempre en la parte de atrás", dijo la escritora de 81 años, célebre por sus biografías de personajes femeninos olvidados por la historia o ultrajados por las injusticias sociales.

Horas antes, Poniatowska, autora de "La piel del cielo" y "El tren pasa primero", recibía "azorada" la noticia del premio, que le llegó desde Madrid, luego de volver de pasear a su perro.

Con el anuncio en su casa del sur de la Ciudad de México se instalaron el caos y la algarabía. Sonaba el teléfono y periodistas y admiradores esperaban fuera para poder hablar con ella.

Ser la cuarta mujer en ganar este prestigiado reconocimiento, dijo, es "muy bueno porque se empieza a reconocer la literatura de las mujeres".

Acompañada por sus editores, la escritora agregó, en tono de broma, que antes "los leones eran (Carlos) Fuentes, (Mario) Vargas Llosa".

Las anteriores ganadoras del Cervantes fueron las españolas María Zambrano (1988) y Ana María Matute (2010) y la cubana Dulce María Loynaz (1992).

Poniatowska comentó que con el dinero que acompaña al galardón (125.000 euros/casi 170.000 dólares), impulsará una fundación con su nombre destinada a ofrecer talleres para aprender oficios, conferencias, clases de alfabetización y otras actividades para públicos vulnerables, en especial mujeres y niños.

Aunque aún falta el recinto, el lugar también alojará los miles de documentos, cartas, textos, fotos o recuerdos literarios y personales que atesora la escritora en su hogar, que se ha negado a vender a universidades estadounidenses como Stanford y Princeton, ya que "sería una traición a México".

Entre ellos, dijo, hay cartas de José Emilio Pacheco, Sergio Pitol, Elena Garro, Carlos Monsiváis u Octavio Paz, junto con otros testimonios de más 60 años de labor periodística y literaria de "Elenita", como la llaman seguidores y amigos.

Ataviada con un traje sastre azul marino y collar de perlas, la escritora afirmó que el premio se lo dedicará "a su país, México" y a ver cómo puede hacer algo por él. También se lo dedicará a su segundo hijo Felipe, que "siempre preguntaba por qué no le dan ese premio a su madre".

Poniatowska nació en Francia, pero llegó a México siendo niña. Allí se hizo periodista, entonces un oficio para hombres. Hoy es autora de más 50 publicaciones, entre cuentos, novelas, crónicas y entrevistas.

En su opinión, "el periodismo y la escritura están muy lejos del vedetismo" porque su gran preocupación es "qué voy a escribir y cómo, si voy a lograrlo".

Luego "está el problema del tiempo, de llegar". "Tengo 81 años y no me queda mucho tiempo, entonces debo apurarme. No puedo perderlo pendejeando (tonteando)", afirmó la autora, que prepara una nueva novela. Esta vez sobre la segunda mujer del pintor Diego Rivera, Lupe Marín.

Poniatowska dijo que siente "felicidad" por haber obtenido un galardón que antes recayó en amigos suyos como Fuentes, José Emilio Pacheco y Sergio Pitol.