Esta historia, que se estrena este viernes en la gran pantalla, "te recuerda que ahora estamos en un mundo mejor, persigue tus sueños y constrúyelos literalmente pieza por pieza", agrega el cantante de 'Happy'.
Dirigida por Morgan Neville, la cinta escarba el origen de Williams en la industria musical, un camino en el que se va topando con artistas como Gwen Stefani, Kendrick Lamar, Timbaland, Justin Timberlake, Jay-Z, Snoop Dogg o su esposa Helen Lasichanh, quienes lo han ido acompañando en cada paso y ayudan a construir la narrativa de la cinta.
En una suerte de formato entrevista, Neville y Williams van encajando las piezas de su amor por la música y cómo su creatividad e imaginación lo llevaron a estar detrás de numerosos proyectos como 'I'm a Slave 4 U', de Britney Spears; 'Beautiful', de Justin Timbelake; o 'Drop it Like It's Hard', que interpreta junto al rapero Snoop Dogg.
"Esta película es una idea inusual, me di cuenta de que es un reflejo de cómo piensa Pharrell, que es tomar cosas que no crees que puedan ir juntas, juntarlas, y encontrar la magia en eso", dice por su parte Neville en una entrevista con EFE.
Lego, el primer recuerdo de su infancia
Que Williams se decantara por la original idea de documentar su vida a través de figuras de Lego no es casualidad. "Cuando era niño, mis primeros recuerdos de juguetes son con sets de Lego", afirma.
En el momento en el que empezó a trabajar en este proyecto, sus hijos, quienes también comparten la afición de su padre de jugar con piezas de Lego, eran bastante pequeños, por lo que Williams quiso asegurarse de poder contar una historia que ellos pudieran entender desde temprana edad.
Crecer en la industria por la que tanto amor sentía desde pequeño no ha sido fácil y por ello Williams también ha querido incidir a lo largo de la cinta tanto en los desafíos como en los momentos críticos que dificultaron su camino al éxito.
"No parece que estés viendo a una celebridad, sino a una persona que viene de una vivienda pública, que vivía con un subsidio federal cuando era muy joven y, además, viene de un entorno en el que no hay muchas posibilidades para el éxito", afirma el productor.
Una vez ya adentrado en la industria musical, "pudimos ser competitivos porque nuestro amor por el oficio era tan fuerte y tan adictivo que no era el brillo de las luces, sino el brillo de la sensación de cómo la música nos hacía sentir. Y quería compartir esa distinción", añade.
Williams, de 51 años, espera que cuando la gente vea el documental en las salas de cine no solo obtenga respuestas acerca de su vida y de su visión de la música y el color, sino que además puedan decirse a sí mismos: "voy a hacer lo que siempre he soñado hacer", indica.
Puntualiza que con este proyecto, Neville "hizo mi historia universal porque soy una persona negra y cuando ves la película, puedes ver que soy negro ahí también (en la pantalla), pero el hecho de verlo en Lego hace que todos sientan que pueden identificarse con él y se sientan inspirados para salir y ser mejores".