Como parte de del programa “Leo… luego existo”, del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), el histrión eligió algunos textos de “El gallo de oro y otros relatos”, del escritor jalisciense, publicado en conmemoración de los 100 años de nacimiento del novelista, cuentista, fotógrafo y editor mexicano, reconocido en todo el mundo por su legado literario.
Ante un nutrido grupo, conformado principalmente por jóvenes que abarrotaron el Pabellón Internacional de la feria ubicada en el Polideportivo “Carlos Gutiérrez Balmori”, de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, comenzó su lectura con “Mi padre”, pequeño cuento sobre el dolor que sintió el autor al enterarse de la muerte de su padre a manos de su vecino en 1923.
Los asistentes quedaron cautivados con la lectura de una de las “Cartas a Clara”, misiva que envió a su entonces novia y luego viuda, Clara Aparicio, cuando salió de su natal Sayula, Jalisco, para trabajar en la Ciudad de México, urbe que describe como deshumanizada.
La sesión continuó con “Mi tía Cecilia”, de la compilación “Los cuadernos de Juan Rulfo”, que incluye borradores, apuntes, ensayos y fragmentos que sirvieron para crear las grandes obras de la literatura mexicana “Pedro Páramo” y “El llano en llamas”.
El también actor de telenovelas como “El vuelo del águila” (1994) explicó que “Juan Rulfo siempre hacía un hincapié muy especial y surreal en sus cuentos y novelas sobre la muerte, concepto tan mexicano que a la vez nos asusta y festejamos”, por lo que culminó la lectura “Después de la muerte” e “Iba adolorido, amodorrado de cansancio”.