"La historia transcurre en un sólo día y en ella se pintan las diferentes clases sociales. El convento es un pretexto para conocer la condición de las mujeres en esa época", dijo la autora, nacida en Ciudad de México, en entrevista telefónica con la agencia dpa.
El libro, editado por Alfaguara, también narra otros hechos históricos que revelan aspectos como la discriminación social y de la mujer, la doble moral y los privilegios de los caciques indígenas en el México del siglo XVIII.
Ambientada en el Barroco, el tiempo de Sor Juana Inés de la Cruz, la narración empieza con un exorcismo y termina con un oficio. Su fundamento es el deseo de reconocimiento del Virrey de la Nueva España, Don Baltasar de Zúñiga y Guzmán.
Para lograrlo, el gobernante funda el primer convento para mujeres indígenas de la Nueva España, pero solo para las hijas de los caciques, quienes aportarán dinero y otras riquezas, mientras que sus familias ganarán reconocimiento social.
Crear estas páginas llevó a Espejo (1939) tres años de documentación e investigación del contexto político-social, además de los usos y costumbres de la Nueva España. Consultó documentos del Archivo General de la Nación, en la capital mexicana, artículos, publicaciones y tesis de especialistas en esa centuria.
"(En el libro) mostré también que en el siglo XVIII había indígenas importantes que conservaron sus privilegios, sus tierras, su poder, su dinero. Mucho se habla de la inconformidad de los indígenas, pero no de los caciques ricos", agregó la académica de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Para retratar el paisaje de la Nueva España, Espejo emplea la riqueza de la lengua castellana, abundantes descripciones y detalles precisos, en una novela que conjunta realidad con ficción, pero que al mismo tiempo "trata de reivindicar a las mujeres de la época, acusadas de ser las causantes del pecado".
Aunque los diálogos y otras cuestiones son de la imaginación de la autora, "los personajes de la obra son reales, excepto el exorcista, quien es un personaje actual que vive en Navarra, España".
El convento que sirve de escenario para la historia existió realmente. Estaba ubicado frente a la Alameda Central, en las inmediaciones del Centro Histórico de la capital mexicana.
Hace unos años el edificio que albergó el convento fue remodelado. Durante las mejoras fue encontrada una caja de plata con un corazón dentro, tal como cuenta la leyenda de amor entre el virrey español y la religiosa, incluso retomada por Artemio del Valle Arizpe en "Ojos, herido me habéis".
"No me interesa hacer best-sellers, sino novelas serias", aseguró la novelista y cuentista.
Su primera novela fue "Todo lo hacemos en familia". Además ha publicado varias antologías de cuentos, como "La otra hermana" y "El ángel de mármol", ensayos, múltiples artículos y libros infantiles, entre ellos "Beatriz y el Almirante".
Espejo está considerada como una gran cuentista por la crítica mexicana. Fue esposa del fallecido autor Emmanuel Carballo durante 40 años y discípula del escritor Juan José Arreola. (DPA)