La firma Lera Mamba, creación de la diseñadora emergente Marta Pujol, fue la encargada de abrir los desfiles con la colección “FACTOR 50”, inspirada en las instantáneas del fotógrafo británico Martin Parr que retratan la vida en un pueblo costero.
Cotidianidad y diseño se dieron la mano en una selección de prendas impregnada de estética veraniega con colores crudos y patrones molde de materiales personalizables al gusto del consumidor.
De la moda de inspiración playera al discreto estilo de la burguesía francesa con la nueva colección de la marca catalana Maite by Lola Casademunt, que trasladó al público a los años 70 y 80 con piezas de la colección “Saint Germain”.
Blazers cortadas a cintura, culotes y faldas pantalón compartieron los focos con monos y camisas ‘oversize’, desplegando una selección de tejidos plisados, transparencias de chiffon y organza y mangas con volumen para remarcar el carácter femenino de la colección, presentada por la modelo Lidia Torrent.
La apuesta de Maite by Lola Casademunt para el cabello se remontó a los cincuenta, con volúmenes marcados en la zona de la raíz y una onda informal y deshecha con reminiscencias también a los años setenta.
Las prendas fluidas de colores pasteles centran la nueva colección de la firma barcelonesa Designers Society, “We are summer lovers”, que muestra piezas con estampados y tejidos inspirados en postales de verano y mercados vintage, luciendo motivos hawaianos de aire retro y rayas multicolor.
La primera jornada de la 080 reservó un espacio en la pasarela para “Lesotho Rodeo”, una colección de la marca sudafricana Chulaap que homenajea al continente que la vio nacer con diseños de estilo vaquero.
Inspiradas en una celebración africana, las prendas conforman conjuntos de ropa de calle sofisticada con sombreros informales y sandalias deportivas, fieles a los estampados y colores brillantes característicos de la firma.
La casa de moda Naulover pisó con fuerza la pasarela para presentar “Sogno SS2020”, una propuesta que evoca la época dorada de Milán a finales de los setenta y a principios de los ochenta, con piezas confeccionadas en seda, cachemira y lana.
Las americanas, pantalones de cintura alta y abrigos ‘oversize’ de Naulover se han dejado seducir por colores neutros, beis y marrón en un flirteo con tonos anaranjados, verdes y azules en sus gamas más industriales.
Custo Barcelona puso el broche final a la primera jornada de desfiles con la colección femenina “Wet paint”, presentada en Nueva York, que se erige en un tributo a la fuerza femenina exhibiendo aberturas, líneas y volúmenes experimentales que apelan a la emotividad.