El maestro letón Andris Nelsons, colaborador habitual de la Filarmónica, estuvo por segunda vez, tras hacerlo en la edición de 2022, al frente de esta cita musical en la antigua residencia veraniega de los Habsburgo, a la que asistieron 55,000 personas.
El programa se abrió con un homenaje al compositor y director de orquesta alemán Richard Wagner.
Tras la conocida 'Cabalgata de las valquirias' de su épica 'La valquiria', el recital siguió con un aria de su quinta ópera, 'Tannhäuser', interpretada por la soprano noruega Lise Davidsen.
El 200 aniversario del nacimiento del compositor checo Bedrich Smetana se recordó con tres de sus creaciones, entre ellas el poema sinfónico 'Vltava' ('El Moldava') de su obra 'Má vlast' ('Mi patria').
El teatro lírico volvió luego con la obertura de "La forza del destino", del italiano Giuseppe Verdi.
Los "bravos" del público reflejaron el entusiasmo despertado por la voz de Davidsen entonando el aria 'Pace, pace io Dio' de esa conocida ópera, inspirada en la obra teatral 'Don Álvaro o la fuerza del sino' del escritor español Ángel de Saavedra.
Con 'La nuit et l'amour', interludio de la oda-sinfónica 'Ludus pro patria' de la francesa Augusta Holmès, los filarmónicos vieneses incluyeron una obra de una compositora mujer, algo hasta ahora muy poco frecuente en esta orquesta que durante mucho tiempo, hasta casi fines del siglo XX, solo aceptaba músicos varones.
La 'Danza del Sable', del compositor y director soviético Aram Iljitsch Chatschaturjan en el acto final del ballet 'Gayaneh' fue un cambio total de tempo y trasladó al público a ese ritmo vivo que evoca la danza de espadas armenia mezclada con su música tradicional.
El 'Vals n.º 2' de la 'Suite para orquesta de variedades' del compositor, director de orquesta y pianista soviético Dmitri Schostakowitsch, también tuvo cabida antes del cierre con dos Encores finales, donde destacó un bis de la opereta 'Wiener Blut' del 'rey del vals', Johann Strauss hijo.
La Filarmónica de Viena celebra su Concierto de Verano, de entrada gratuita, desde 2004. Cada año atrae al barroco palacio de Schönbrunn a miles de amantes de la música clásica.
Con este evento, que se retransmite por televisión a más de 80 países, los filarmónicos han retomado una antigua tradición de hacer música en jardines vieneses que iniciaron grandes músicos como Joseph Haydn y Wolfgang Amadeus Mozart.
Entretanto, el Concierto de Noche de Verano es el segundo de música clásica más visto en todo el mundo después del Concierto de Año Nuevo de la misma orquesta, que tiene lugar cada 1 de enero en la Sala Dorada del Musikverein de Viena.