"Siempre que escribo un libro de futbol pienso cómo leer un partido de futbol desde el punto de vista literario", contó Villoro, de 57 años, la noche del miércoles en una amena charla sobre el tema en la Biblioteca José Vasconcelos de la capital mexicana.
"Desde hace años asocio el futbol con la palabra. Lo hago porque 'vi' mi primer Mundial en la radio. Tenía seis años y lo viví como si realmente lo hubiera apreciado", relató en la conferencia, llena de anécdotas del balompié de diversas épocas.
Esa Copa Mundial de Futbol que recuerda Villoro tuvo lugar en Brasil en 1950. El creador de "Vida y muerte de Diego Armando Maradona" se refirió en particular al partido que disputaron España y México.
"Las palabras pueden evocar imágenes cuando son eficaces si representan lo que queremos transmitir. (Todavía) veo la jugada que nos dejó (a la selección mexicana) fuera, del jugador español Paco Gento: pude ver su jugada gracias al poder de las palabras".
Y es que en opinión del también periodista y ensayista, para describir un partido se requiere de una narrativa y del "poder de las palabras para recrear imágenes".
Cuando se observa un juego de futbol, en televisión o en persona, "tenemos la información, pero necesitamos la narración para saber cómo fue, por qué fue", dijo el autor de "Dios es redondo". Y un partido de futbol se parece también a una novela con elementos como "el final sorpresa, la magia, el desencanto, la promesa".
"Balón dividido", el libro más reciente de Villoro, es un compendio de relatos y crónicas sobre el futbol internacional y de las venturas y desventuras del balompié mexicano.
En vísperas del inicio de la Copa del Mundo de Brasil 2014, Villoro afirma que "los mundiales de futbol generan una sensación de pertenencia".
"No todos nuestros países son correctos. La mayoría tiene sistemas de gobierno abominables, políticos corruptos, en la mayoría de ellos campea la injusticia. Sin embargo, la selección nos hace sentir que pertenecemos a algo que está más allá".
Una de las cosas que sigue admirando a Villoro es que "a pesar de las cosas que envilecen al futbol actual, como corrupción, explotación económica, dopaje, racismo y xenofobia, el futbol ha podido mantener y renovar la capacidad de asombrarnos". (DPA)