Como parte de las sesiones de gala del 38 Festival Internacional de Jazz de Montreal (FIJM), que comenzó el pasado 28 de junio y continuará sus actividades hasta el 8 de julio, Tonino Baliardo y Nicolás Reyes encabezaron la fiesta flamenca que se armó en el recinto, donde ni un alma pudo permanecer en su asiento.
Primero fueron las palmas luego los discretos contoneos, pero finalmente la gente no pudo más ante el contagioso sonido de la agrupación y su exitosa fusión de ritmos flamencos con latinos, como salsa y rumba. Ya de pie, nadie pudo parar ni dejar de contonearse al ritmo de las guitarras y percusiones que alegres resonaron.
“Djobi, Djoba”, “Baila Me”, “Hotel California” y “Bem, Bem, María” fueron algunas de las más catárticas del espectáculo.
Luego de un breve receso, la banda regresó para seguir cautivando con su virtuosismo en las guitarras, que, españolas o electroacústicas, se fundieron en una sola con el percusivo ritmo de los músicos que derrocharon energía en cada una de sus ejecuciones e interpretaciones.
La fiesta, que incluyó una triada de melodías instrumentales que permitieron lucir el sello de su fusión, y otros temas como “Mil años” y “Samba, Samba”, cerró desde luego con “Bamboleo”, que enloqueció a la concurrencia que, ya en plena euforia, bailaba en los pasillos del recinto.
Más de tres minutos de aplausos hicieron salir de nuevo a los músicos para interpretar “Vamos a bailar”, invitando de nuevo a la fiesta, para luego hacer su particular versión de “Volare”, propiciando una avalancha de gente que, a los pies del escenario, bailaba y registraba con sus celulares el ambiente, como queriendo perpetuar el momento.
Los músicos se despidieron pero uno de sus líderes permaneció para explicar en francés que todo tiene un fin y el del concierto había llegado, ante la resistencia del público que comenzó a gritar en español “Otra, otra”, para forzarlo a seguir.
El músico sonrío complacido y a capella interpretó un fragmento de “A mi manera”, erizando la piel de los asistentes que agradecieron el encore con una sonora ovación, listos para desfilar a las afueras de la Plaza de las Artes, donde una gran discothéque al aire libre ya amenizaba el cierre de la jornada.
Un amplio despliegue de talento, con cinco cantantes, 24 músicos y 35 bailarines participaban del número con el que el Jazz Fest se sumó a los festejos por el 150 aniversario de la Confederación de Canadá.
Un vasto desfile de covers que puso a cantar y a bailar bajo la lluvia a la concurrencia, que pasadas las 10 de la noche abarrotaban la esquina de Jeanne Mance y Sainte Catherine. Gente de todas las edades y de varias nacionalidades que celebraron alegremente la diversidad de una sociedad multiétnica y multicultural, como es la canadiense.
Este día, el festival continúa con diversas actividades, entre las que destaca la presencia de los mexicanos de Villalobos Brothers, que a las ocho de la noche se presentarán en el escenario Hyundai, además del concierto sinfónico de la película “La, la, land”, en la Sala Wilfrid Pelletier.
La Orquesta Metropolitana, bajo la dirección de Justin Hurwitz, será la encargada de interpretar la banda sonora de la película ganadora de seis premios Oscar y siete Globos de Oro, pero también algunos otros temas de películas del mismo realizador, Damien Chazelle, como “Wiplash” o “Guy and Madeline on a Parck Bench”.
Men Without hats, Kim Richarson Quartet, Roberto Fonseca, Montreal Jubilation Gospel Choir y Beth McKenna Jazz Orchestra son otros de los artistas que engalanarán la jornada dominical del afamado encuentro jazzístico.