En el llamado "Muro de la Muerte", en el patio del Bloque 11, donde los nazis ejecutaron a miles de personas, en su mayoría polacos, la pareja real depositó una ofrenda floral y rindió homenaje a los muertos tras las alambradas del campo.
Posteriormente Alberto de Mónaco y su esposa firmaron en el libro de visitas de Auschwitz, donde el príncipe monegasco escribió: "La llama de nuestra memoria no morirá jamás".
El principado de Mónaco ha realizado donaciones al museo de este campo de concentración, así como a otros proyectos benéficos polacos.
La pareja real se encuentra de visita oficial en Polonia, donde el pasado miércoles mantuvieron un encuentro con el presidente del país, Bronislaw Komorowski.