La pintura, con unas dimensiones de 100 x 81 centímetros, fue firmada por el artista el 21 de febrero de 1967, seis años antes de su muerte, y muestra la imagen de un pintor con tonos grises y negros. El único punto de color aparece en la paleta del artista dibujado.
"Picasso se representa como caballero del Siglo de Oro, una evocación de esos hombres del Siglo de Oro español", explica a EFE Pauline Chanoit, experta en cuadros de la subasta.
Según Chanoit, el malagueño acababa de pasar una dura enfermedad y durante su reposo se dedicó al estudio de Rembrandt y a leer a Dumas. Por eso el cuadro muestra claras referencias a su novela "Los Tres Mosqueteros".
No obstante, la obra hunde sus raíces en el arte español. Para la experta se puede percibir la influencia del retrato que hizo El Greco de su hijo, el pintor Jorge Manuel Theotocopouli (1950), y también del Diego Velázquez representado en "Las Meninas" (1656).
"Es un retrato bastante conmovedor porque Picasso mira a la muerte", recalca Chanoit.
De trazos simples y fantasiosos, la pintura pertenece a la época más tardía de Picasso, en la que hay alusiones a los dibujos de un niño, en un periodo en que el artista hace un retorno a su hispanidad.
El cuadro formará parte de la subasta de la colección de Pierre y Jeannine Constent, un matrimonio de farmacéuticos e intelectuales que, durante su vida, acumuló un amplio catálogo de libros, mobiliario de diseño y obras de arte, entre las que destacan las pinturas y dibujos del artista español y los cuadros de la portuguesa Maria Helena Vieira da Silva (1908-1992).