El director creativo, Wes Gordon, se volvió a basar en los emblemas de la casa creada por la diseñadora venezolana y propuso siluetas femeninas con piezas entalladas y algunos toques de volumen, estampados románticos de flores y lunares, y una gran apuesta por los colores, en este caso pasteles.
La cita con Herrera, una de las firmas más veteranas de la semana de la moda neoyorquina, atrajo a decenas de invitados conocidos, como las actrices Lucy Hale y West Duchovny o el diseñador español Palomo Spain, y a numerosas influenciadoras que se sentaron en bancos en la entrada del museo.
Según explicó Gordon en una nota, en esta colección quiso "evocar el glamur casual y la naturalidad de la eterna musa estadounidense Carolyn Bessette-Kennedy" añadiendo "imágenes de moda de finales de los noventa" y una inyección de la "vitalidad de Nueva York".
El modisto declaró sus intenciones incorporando el tejido de punto en suéteres, faldas y cardigan a juego, y el tacón bajo conocido como "kitten heel" y combinándolo con vestidos y dos piezas de encaje revelaban la piel y la ropa interior, o túnicas simples y fluidas de seda.
Para el día, destacó su apuesta por el amarillo con conjuntos como falda de tul larga y chaqueta entallada del mismo color, o vestido floreado con aberturas en el torso; o el lila, en un minivestido coqueto de manga larga con cuello y botonadura, y en un sinuoso vestido ajustado largo con fruncidos.
Y para la noche, optó por los volúmenes y los brillos, pero con un ejercicio de contención: vestidos en escote palabra de honor, uno de rayas verticales negras y lilas en tul, con cola; otros más ajustados, cubierto de lentejuelas transparentes o plateadas; o un mono de brillos metalizados entallado.
Gordon también dio un nuevo aire al conjunto clásico de la firma, de camisa de algodón y falda lápiz: abrió el desfile con una camisa blanca con volumen en las mangas y falda negra, y lo cerró con una blusa similar en negro y la falda de lentejuelas plateadas.
Al final, según expresó Gordon, que fue aplaudido y acudió a saludar y abrazar a Herrera, la mujer para la que diseña la firma es una que "desafía las nociones de simplicidad", "reformula la fuerza femenina y la energía de Nueva York, sin sacrificar la alegría de vestirse para una misma".