Luego de su paso por Lisboa, Madrid, Bruselas, Roma, Londres y Moscú, entre otras ciudades, la exposición itinerante de escultura monumental Nuestros silencios, del artista mexicano Rivelino, puede admirarse ya en la plancha del Zócalo capitalino. La muestra fue inaugurada la tarde de este miércoles por el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon, y por la Secretaria de Cultura capitalina, Elena Cepeda de León.
Nuestros silencios, que estará abierta al público hasta el próximo 18 de noviembre, está integrada por diez esculturas monumentales antropomorfas, elaboradas en bronce (3.50 x 2.30 x 1.20 metros y una tonelada de peso), de color blanco y ocre.
Los bustos tienen altos y bajos relieves, grafía de libre interpretación, semillas y plantas que caracterizan el sello artístico de Rivelino. La placa que les cubre la boca representa la importancia de la libertad de expresión individual y colectiva. La onceava escultura es un cubo de acero o “caja táctil” (2 m3) que resguarda cuatro esculturas a pequeña escala que reproducen las de tamaño real, dedicada especialmente a invidentes y débiles visuales.
Al inaugurar la muestra, Marcelo Ebrard señaló: “Estamos en la plaza pública que por excelencia es el espacio de libertades en el país y tiene un profundo significado que aquí tengamos a partir del día de hoy esta exposición, exhibición, convivencia, interacción y mensaje”.
Colocar esta exposición en el Zócalo, añadió el mandatario capitalino, responde a la filosofía compartida entre el artista y la idea del gobierno que encabeza: “la libertad, la convivencia. Creemos que esto es lo mejor que podemos hacer en una ciudad y en todas partes para tener comunidad, pues donde hay comunidad no hay violencia”.
Por su parte, Elena Cepeda estableció que el mejor camino contra la violencia es la expansión de la cultura y que justamente ese es el mensaje que los gigantes de bronce traen a los capitalinos luego de haber recorrido 38 mil kilómetros y de haber sido contemplados por más de 5 millones de espectadores.
“Es motivo de doble orgullo que hoy inauguremos esta muestra, primero por su propuesta; las esculturas tienen la boca cubierta con una placa que simboliza la importancia de la libertad de expresión individual y colectiva, y segundo, insistir que el mejor camino contra la violencia es la inversión en la cultura”, apuntó Cepeda.
Asimismo, dijo que esta exposición “que vincula el arte con nuestras libertades es acción de un gobierno de izquierda encabezado por Marcelo Ebrard que reivindica la cultura como un derecho, un factor de progreso y cohesión social y propicia el acceso a los bienes y servicios culturales sin condicionantes”.
En tanto, el escultor Rivelino, tras explicar que sus figuras alusivas a bustos humanos tienen una placa que les cubre la boca para representar la importancia de la libertad de expresión, comentó que realizó una onceava escultura: un cubo de acero que resguarda cuatro esculturas a pequeña escala, para que las personas que no pueden ver las toquen y conozcan las formas y mensajes que quiere transmitir.
Nuestros silencios en el Zócalo cumple el propósito de la escultura pública: propicia la reflexión y el diálogo, confronta al espectador y transforma al público vinculándolo con su entorno y su pasado para valorar el patrimonio cultural. Además, la exhibición abierta y gratuita favorece la recuperación de los espacios urbanos e históricos, lo que promueve sin duda la reconstrucción del tejido social y fortalece los lazos comunitarios.
El trabajo artístico de Rivelino (San José de Gracia, Jalisco, 1973) se concentra principalmente en la obra escultórica, en la que se aprecia una depurada técnica caracterizada por la conjunción de diversos materiales como algodón, barro, acero, bronce y resinas, entre otros. En sus piezas se establecen notoriamente vínculos con el cálculo, las matemáticas, la ingeniería, la arquitectura, la arqueología, la historia y la psicología.
En la inauguración de Nuestros silencios, también estuvieron presentes el Secretario de Gobierno capitalino, José Ángel Ávila Pérez, y la Autoridad del Centro Histórico, Alejandra Moreno Toscano.