Ana María Matute recibe el Cervantes más "imaginativo" de la historia

Érase una vez una niña llamada Ana María Matute que comenzó a escribir a los cinco años y que hoy, tras mucho escribir, fabular y convivir con duendes y magas, pero sin olvidar la realidad, ha recibido, a sus 85 años, el premio Cervantes por su "deslumbrante universo imaginativo".

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La escritora catalana Ana María Matute es autora de "Pequeño teatro", por el que recibió el premio Planeta en 1954.

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La escritora Ana María Matute posa en la foto de familia, junto a los reyes Juan Carlos y Sofía, y otras personalidades, a la salida de la ceremonia en la que recibió hoy el Premio Cervantes, máximo galardón de las letras hispanas.

Así, este año, la entrega del premio Cervantes, el galardón más importante de las letras en español, ha estado impregnada de palabras que hacían referencia a la invención, a la imaginación, a seres invisibles y al arte del relato.

Una ceremonia en la que la escritora barcelonesa ha llenado de emoción y largos aplausos el paraninfo de la universidad de Alcalá de Henares (Madrid) con un discurso hecho desde el corazón, y en el que ha recordado su "vida de papel", como ha reconocido: su deseo de ser escritora, los cuentos, a los hermanos Grimm, a Perrault y Andersen, a su muñeco Gorogó -su mejor invento- y la maldita guerra y el ruido de sus bombas.

Vestida muy elegante, con un traje de raso de color gris perla y una blusa blanca, y sentada todo el tiempo en una silla de ruedas que conducía su hijo, Juan Pablo de Goicoechea, su sombra en toda la ceremonia, Ana María Matute ha comenzado por pedir disculpas por no saber escribir discursos.

"Prefiero escribir tres novelas seguidas y veinticinco cuentos, sin respiro, a tener que pronunciar uno. Esta anciana que no sabe escribir discursos solo desea hacerles partícipes de su emoción, de su alegría y de su felicidad -¿por qué tenemos tanto miedo a esa palabra?-", ha dicho, y ha agradecido el premio a "todos cuantos han hecho posible este sueño".

"El que no inventa no vive". "La literatura ha sido el faro salvador de muchas de mis tormentas". "A la literatura en grande, como a la vida, se entra con dolor y lágrimas". Estas son algunas de las frases que ha pronunciado la escritora y académica ante los reyes, el presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y su mujer, Sonsoles Espinosa.

También ante la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y numerosos representantes de instituciones culturales y académicas.

La ministra González-Sinde, por su parte, ha señalado que la autora de "Olvidado rey Gudú" es un mujer "valiente" e "intrépida" que forma parte de una clase de autores "privilegiados" porque puede escribir sobre lo inexplicable y lo invisible.

Por su parte, el rey, que ha tenido palabras de recuerdo para el poeta chileno, también premio cervantes, Gonzalo Rojas, como ha hecho Ana María Matute, ha destacado de la premiada su excelencia literaria y su deslumbrante universo imaginativo.

Y tras destacar el "inconfundible sello cervantino" que caracteriza toda la obra de Ana María Matute, el rey ha rememorado la trayectoria vital de la premiada y subrayado que la tragedia de la guerra civil dejó "una huella imborrable en su alma infantil y juvenil" que ha quedado grabada en gran parte de su producción.

Tras la ceremonia de entrega del galardón, la escritora, acompañada por su familia, se ha hecho la tradicional foto de grupo con los reyes y con los principales invitados.

La escritora, ya más relajada, ha comentado con los periodistas que para ella había sido "emocionante echar la vista atrás" y recordar sus comienzos literarios, cuando llevó a la editorial su primera novela, escrita a mano y en un cuaderno escolar.

Ana María Matute, que hoy ha sentido el cariño y afecto de todos y ha sustituido a su rey Gudú por otros reyes de carne y hueso, ha comentado que los reyes estuvieron "muy amables, cariñosos y simpáticos".

González-Sinde, cuyo discurso ha sido muy elogiado, ha confesado que anoche no pegó ojo tratando de acortar su intervención, y que las últimas semanas se las había pasando leyendo toda la obra de Matute. "Su discurso ha sido maravilloso y, además, lo ha leído muy bien", ha precisado la ministra, quien espera que el próximo año gane el premio otra mujer.

"La única verdad es todo lo que me he inventado"

La única verdad es todo lo que me he inventado en la vida", explicaba alegre y todavía emocionada Ana María Matute, tras recibir el Premio Cervantes de manos del Rey y leer un discurso sincero y emotivo, poblado de referencias autobiográficas y lleno de recuerdos de antaño.

"Me he emocionado al echar la vista atrás y recordar mi libretita, que llevaba al editor", ha explicado la galardonada durante el cóctel para los invitados del Cervantes, que tiene lugar todos los años en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares.

En su discurso de recepción del galardón, Ana María Matute ha recordado al único amigo de su infancia, su muñeco Gorogó, que terminó formando parte de su extensa obra literaria para convertirse en inmortal y que le ha servido para rememorar sus primeros pasos en la literatura.

"¿Y qué le va a contar esta noche a Gorogó?" le ha preguntado un periodista. "¡Se lo voy a contar todo y me lo voy a inventar!", ha exclamado la autora, feliz, con su copa de vino tinto en la mano y agradeciendo las felicitaciones de propios y extraños que se acercaban para saludarla, como la escritora Soledad Puértolas, con quien comparte una "complicidad íntima muy fuerte", según ha explicado la propia Puértolas.

A pocos metros de ella estaban los Reyes, cariñosos y amables con ella en todo momento, e incluso se han ofrecido a empujar la silla de ruedas de Ana María Matute por el patio del Paraninfo. "¿Y qué le ha dicho el rey?", le han preguntado. "Mucha cosas-- ha exclamado la autora-- son muy amables y muy simpáticos. El rey es un hombre maravilloso y la reina me ha pedido una copia firmada del discurso".

El otro discurso de la jornada, era el de la ministra de Cultura, Ángeles Gónzalez-Sinde, que comenzaba evocando a Mansilla (entre Burgos y La Rioja) un lugar en el que hay que atravesar "bosques que parecen encantados". La titular de Cultura ha reconocido que le costó mucho acabar el discurso, hasta que anoche "se rindió". Y para coger el sueño se entregó a uno de los relatos de Ana María Matute, Cuaderno para cuentas.

"Mi discurso no expresa ni la mínima parte del universo de Ana María Matute", ha explicado la ministra de Cultura, quien elogió la manera y las formas de leer el texto de la galardonada. "Lo ha contado perfecto, como si fuera un cuento".

En este sentido, ha explicado que su miedo y nerviosismo de los días anteriores podía responder también a una "técnica de seducción" y "para tranquilizarse".

"Estoy emborrachada de Matute"

Otro de los relatos de Ana María Matute que más han impresionado a la ministra ha sido La razón protagonizado por un niño desheredado al que se le aparecen unos duendes y con tintes de ciencia ficción, según ha comentado la ministra. "Estoy emborrachada de Matute", ha reconocido González-Sinde.

Asimismo y preguntada por si llevaría al cine algunos de sus cuentos en su labor como guionista, la ministra ha señalado que los relatos de Matute, "funcionarían muy bien" porque tienen una estructura de cuento "clásico" y su libro Olvidado rey Gudú daría incluso para una "serie de animación", "que genera mucho empleo y riqueza", ha apostillado la ministra con ironía.

Y "dado lo bien que ha salido" la ceremonia de este Cervantes, según ha comentado la titular de Cultura, espera que el próximo galardón sea también para una mujer y que el "nuevo gobierno socialista" tenga también otra mujer como ministra de Cultura. "¿Y por qué otra ministra nueva?", le han preguntado. "Porque yo no quiero postularme", ha respondido Gónzalez-Sinde.

Por otra parte, y respecto al discurso de Ana María Matute, su único hijo, Juan Pablo, ha señalado que le costó mucho escribirlo y que tenía mucho miedo, "pero es como cuando saltas en paracaídas, tienes mucho más miedo antes, que cuando saltas".

"Ayer se fue a dormir temprano, y a las ocho de la mañana, cuando he ido a despertarla, ya estaba despierta, raro en ella", ha comentado. "Este premio es el colofón a su carrera y a su vida", ha concluido.