"Vamos a vetar cualquier intento de interferir en nuestro derecho soberano sobre política energética", explicó durante una conferencia en Cracovia el experto en energía y asesor del ministerio de Asuntos Exteriores polaco, Maciej Olex-Szczytowski, en declaraciones que recoge hoy la radio pública de este país.
El gran yacimiento de gas de esquisto o de pizarra hallado en Polonia podría ofrecer al país centroeuropeo una nueva fuente de energía alternativa al carburante que actualmente importa de Rusia.
Hasta el momento, el sector energético polaco depende casi exclusivamente de estas importaciones de gas y petróleo rusos, que se suman al carbón extraído en la propia Polonia.
De hecho, el Gobierno polaco ya ha dado concesiones a multinacionales extranjeras para perforar en busca de los depósitos, con el objetivo de comenzar las extracciones en 2014.
Mientras, desde la Unión Europea, con Francia a la cabeza, se estudia el impacto ambiental que podría tener la explotación de este tipo de yacimientos, lo que incluso podría llevar a la prohibición de su extracción si se demuestra un elevado riesgo para el medio ambiente.
Desde Varsovia son muchas las voces que acusan a Moscú de estar detrás de un lobby en Bruselas que pretende impedir que Polonia aproveche el gas de esquisto y encuentre alternativas a sus importaciones de carburante ruso.