Petrobras estudia desprenderse de su refinería japonesa de Nansei

La petrolera brasileña Petrobras estudia desprenderse de la refinería japonesa de Nansei Sekiyu, situada en Okinawa (sur), como parte de su programa de venta de activos para financiar su plan de negocio en los próximos cuatro años.

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Refinaria Nansei Sekiyu en Okinawa, Japón.

En caso de que haya una buena oferta, "existe la posibilidad de que vendamos nuestra participación, que es del cien por cien, en Nansei Sekiyu", dijo el presidente de Petrobras, Jose Sergio Gabrielli, durante una presentación en Tokio del plan de negocio de la petrolera hasta 2015.

Petrobras adquirió en 2008 el 87.5 por ciento de la refinería de Nansei, con una capacidad de unos 100,000 barriles diarios, por unos 5,500 millones de yenes (51 millones de euros), y en octubre de 2010 se hizo con el 12.5 por ciento restante de manos de la multinacional nipona Sumitomo.

La posible venta de Nansei se enmarcaría en el plan de negocio aprobado el pasado mes de julio por la brasileña, que contempla una inversión total de 224,700 millones de dólares hasta 2015, de los que la mayor parte, un 57 por ciento, se destinará al segmento de exploración y producción.

Dentro de esa partida, casi la mitad irá a parar a los recursos del llamado presal, las reservas de crudo localizadas en el océano Atlántico a gran profundidad, debajo de una capa de sal de dos kilómetros de espesor, que pueden convertir a Brasil en uno de los mayores exportadores del mundo.

Gabrielli recordó en Tokio que para 2020 Petrobras pretende producir 4.9 millones de barriles de crudo por día, de los que el 40 por ciento provendría de las reservas del presal.

Eso supone que "en los próximos diez años la producción aumentará lo mismo que ha aumentado en los últimos 50", dijo el presidente de la petrolera estatal brasileña, fundada en 1953 y que en la actualidad produce 2.1 millones de barriles de crudo diarios.

Por eso Petrobras deberá desarrollar una "gran infraestructura" que irá desde la adquisición de nuevos barcos petroleros hasta "miles de kilómetros de oleoductos o miles de toneladas de acero", en un proceso en el que, a juicio de Gabrielli, el gran reto será "desarrollar la cadena de suministros".

El presidente de la petrolera indicó que todavía no se ha decidido si la venta de activos se hará "en bloque" o de forma progresiva e insistió en que afectará a compañías participadas por Petrobras y que no forman parte de su "core business" (área de negocio principal).

Por otra parte, Gabrielli indicó que Petrobras no prevé una caída de la demanda de productos petroleros en los próximos años, sino un giro en la procedencia de la misma, ya que mientras se reducirá en Japón, Estados Unidos y Europa, se espera que aumente "en China, India, Brasil, los países suramericanos y África".