Petrobras admite que compra de refinería "no fue un buen negocio"

La compra por 1,250 millones de dólares de una refinería en Texas, Estados Unidos, "no fue un buen negocio" para Petrobras, admitió hoy en Brasilia la presidente de la petrolera estatal brasileña, Maria das Graças Foster, al declarar ante el Senado.

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"No fue un buen negocio, cuando lo miramos hoy. Esto es incuestionable. Este proyecto se convirtió en un proyecto de baja probabilidad de recuperación de la inversión", afirmó la ejecutiva.

Foster es la primera autoridad pública en declarar ante el Congreso por el polémico negocio, que llevó a partidos de oposición a impulsar una Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) sobre el tema.

Petrobras compró en 2006, por 360 millones de dólares, la mitad de las acciones de la refinería en Pasadena, Texas, cuyo control había sido adquirido el año anterior por el grupo belga Astra Oil, supuestamente por 42.5 millones de dólares.

La presidenta de Petrobras, sin embargo, aseveró que, en la época del negocio, Astra Oil ya había hecho inversiones en la planta que elevaron su costo a 360 millones de dólares.

En 2008, ante divergencias entre los socios, la Justicia estadounidense ordenó a la petrolera brasileña que cumpliera la cláusula del contrato que la obligaría a comprar la participación de Astra Oil y asumir el control total de la refinería, lo que elevó el gasto total a 1,250 millones de dólares.

La presidenta brasileña Dilma Rousseff admitió que aprobó la adquisición del 50 por ciento de las acciones de la refinería en 2006, cuando comandaba el Consejo de Administración de Petrobras, pero sostuvo que el visto bueno del consejo se basó en un informe "con fallos técnicos" presentado por el entonces director del Área Internacional de la petrolera, Néstor Cerveró.

Según el comunicado divulgado por la Presidencia el 19 de marzo, el informe presentado por Cerveró no mencionó algunas cláusulas del contrato, entre ellas la que establece la obligación de la petrolera brasileña de asumir el control total de la refinería: "Si se hubieran conocido (las cláusulas), seguramente no habrían sido aprobadas por el Consejo".

Rousseff volvió a referirse al tema este lunes, cuando prometió investigar "con el máximo rigor" las sospechas de irregularidades en Petrobras, al tiempo que advirtió que reaccionará a la "campaña negativa" de los que "no dudan en denigrar la imagen de esta empresa".

"No transigiré en combatir todos los tipos de errores, acciones criminales, tráfico de influencia, corrupción o ilegalidades de cualquier especie (...) Pero tampoco escucharé callada la campaña negativa de los que, buscando beneficios políticos, no dudan en denigrar la imagen de esta empresa".

Las sospechas en torno a Petrobras aumentaron este mes, después de que uno de sus ex directores, Paulo Roberto Costa, hubiese sido arrestado en el marco de un operativo de la policía federal destinado a desmantelar una red de lavado de dinero y evasión de divisas que habría movido unos 4,250 millones de dólares en los últimos tres años.

Las investigaciones policiales buscan confirmar o desmentir los supuestos nexos de Costa con un importante miembro de la red ilegal -el cambista Alberto Yousseff-, así como una posible actuación conjunta de ambos para recaudar dinero de empresas para campañas políticas, en su abrumadora mayoría de oficialistas.

Al comentar hoy el tema, Foster admitió que el arresto del ex director causó "gran descontento" a Petrobras, que actualmente se dedica a evaluar "todos los contratos" firmados en el período en que Costa comandó la dirección de Abastecimiento de la empresa. (DPA)