Según informó este miércoles la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el supervisor bursátil español, el beneficio neto ajustado, el que mide específicamente el comportamiento de los negocios, bajó un 1 %.
El resultado bruto de explotación (ebitda) cayó un 2.6 % menos.
Según la compañía, estos sólidos resultados se consiguieron en un contexto de precios más bajos del crudo, caída de los márgenes internacionales de refino y con la suspensión de la producción en Libia durante, prácticamente, la mitad del semestre.
La producción de hidrocarburos descendió un 3.7 % en la primera mitad del año debido al cese temporal de la actividad en Libia hasta el 4 de marzo, a las actividades de mantenimiento en Trinidad y Tobago, la desinversión en Midcontinent, en EE.UU. y la finalización de la licencia de Jambi Merang, en Indonesia.
Por áreas de negocio, el beneficio neto ajustado de la actividad de "upstream" (exploración y producción) bajó un 0.2 %, en un periodo en el que la compañía realizó el mayor descubrimiento en tierra de 2019 en el bloque "Sakakemang", en Indonesia, e inició la producción del proyecto "Buckskin", en el Golfo de México estadounidense.
En el área de "downstream" (refino y comercialización), el resultado neto ajustado cayó un 6.2 %, ya que el negocio de refino se vio afectado por la caída de los márgenes internacionales, y los de gas y gas licuado del petróleo (GLP) tuvieron unas ventas menores por las temperaturas más suaves de este invierno en España y Estados Unidos.
En el negocio de electricidad y gas, Repsol continuó impulsando el negocio comercial, incorporó tres proyectos renovables en desarrollo a su cartera con una capacidad de 800 megavatios (MW) e inauguró el primer punto de recarga ultra-rápida de la península ibérica.
La multinacional energética española está presente en más de 35 países en los cinco continentes, con un equipo de más de 25,000 personas.