Según han informado hoy a Efe fuentes financieras, las cajas y otros accionistas de Sacyr -entre ellos los empresarios Juan Abelló y Demetrio Carceller- quieren solicitar a los ejecutivos de la constructora un plan que explique cómo se reduciría la abultada deuda del grupo para defender la rentabilidad de su inversión.
Y aunque no estarían proponiendo ninguna medida en concreto, algunos accionistas verían con buenos ojos vender hasta un 10 por ciento de la participación de Repsol, algo a lo que sería reacio la constructora, quien confía en refinanciar el préstamo de casi 5,000 millones.
En concreto, Sacyr negocia con un sindicato de bancos alargar la devolución de 4,908 millones, dentro del préstamo que vence el próximo 21 de diciembre y del que sólo ha devuelto cerca de 300 millones desde su firma en 2006.
Las mismas fuentes han recordado que los bancos, principalmente españoles, estarían dispuestos a aceptar la propuesta del presidente de Sacyr, Luis del Rivero, de prorrogar tres años el crédito, aunque con una financiación de euríbor más 3.5 por ciento y una comisión del 2.5 por ciento.
Sin embargo, un grupo de bancos extranjeros -Citibank, ING, RBS, BPI, Bank of America-Merrill Lynch, Lloyds y Espirito Santo-, que participan con unos 1.500 millones en el préstamo de Sacyr han rechazado refinanciar su parte del crédito y amenazan con ejecutar garantías, entre las que se encuentran las acciones en Repsol.
Por eso, en los últimos días, Sacyr habría intensificado los contactos con otros bancos extranjeros -algunos trabajan con la mexicana Pemex- para conseguir esos cerca de 1,500 millones.
De esa forma mantendría su participación del 20 por ciento en Repsol, valorada actualmente en unos 5,270 millones, casi 3,000 millones más que lo que vale en bolsa la propia Sacyr.
El argumento de Del Rivero es que la participación en la petrolera española ha sido considerada desde el primer día como "estratégica", "permanente" y financiada a largo plazo.
Sin embargo, las cajas de ahorros piden además que se resuelvan las dudas sobre el futuro de Sacyr y que cese el enfrentamiento que Del Rivero mantiene con Repsol después de que la constructora sindicó sus derechos de voto con Pemex (que posee ahora un 9.49 por ciento) para alcanzar finalmente el 29.5 por ciento de la petrolera.
Este porcentaje se quedó a tres décimas del objetivo inicial que se planteó entre ambos socios, ya que Pemex no adquirió todas las acciones previstas, pero aún así Sacyr mantiene su acuerdo con la mexicana.
El consejo de administración de Sacyr está integrado actualmente por 18 miembros después de que a principios de octubre Ángel López-Corona Dávila, ex director general adjunto de Caixanova, renunciara a su cargo de consejero por Novacaixagalicia.
Sin embargo, esa vacante, que podría ser decisiva en la toma de decisiones, está aún sin cubrir y no se sabe si será ocupada en el corto plazo.
A la espera de que se resuelva esta cuestión, Novacaixagalicia -cuyo banco está participado en un 93 por ciento por el Estado- cuenta con otro representante en la compañía que preside Luis del Rivero, José Luis López Méndez, quien fue durante 29 años primer ejecutivo de la antigua Caixa Galicia.
Además, en representación de Participaciones Agrupadas, que engloba a Caja Ávila (Bankia), Caja Murcia (Grupo BMN) y Unicaja, las entidades financieras cuentan con otro representante en el órgano de gobierno de Sacyr, el actual director general de Unicaja y expresidente de Aena, Manuel Azuaga Moreno.