Ante la reunión del Consejo de Administración de la petrolera previsto para el miércoles, el sindicato ha expresado su compromiso con "la defensa de un proyecto industrial viable que garantice los puestos de trabajo".
Para CCOO, el acuerdo afecta de "manera clara" a la estrategia de la compañía y a "la futura rentabilidad y eficacia de las inversiones puestas en marcha en las instalaciones industriales de España".
Junto a esto, CCOO señala que el único objetivo de Sacyr con el acuerdo es "conseguir dinero a corto plazo para hacer frente al pago de deudas que le reclaman por decisiones alejadas del necesario criterio prudencial".
En cuanto a la mexicana Pemex, el sindicato afirma que tiene "derecho legítimo" a buscar su proyecto industrial pero que no es "asumible" que se construya "a costa de los intereses de Repsol".
Para CCOO se trata de un conflicto de intereses que "supedita" el futuro de Repsol a la estrategia de Pemex, con tan sólo un 9 por ciento del capital de la empresa española.
Ante esto, el sindicato exige "una reacción inmediata" de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) para que ponga en marcha los mecanismos oportunos "para preservar el interés nacional en una actividad de carácter estratégico para la economía española".
Asimismo, arremete contra la actitud del Ministerio de Industria al que acusa de "dejación de responsabilidades" para, "bajo una pretendida imparcialidad", favorecer el debilitamiento de Repsol.
Sacyr, con el 20.01 por ciento de Repsol, y Pemex anunciaron a finales de agosto pasado la sindicación de los derechos de voto de sus participaciones.
En virtud de este acuerdo, la petrolera estatal mexicana aumentó su participación hasta el 9.4 por ciento, con lo que el paquete sindicado de Sacyr y Pemex queda en el límite legal del 30 por ciento que obliga a presentar una opa por el cien por cien de Repsol.