Estos proyectos consisten en el financiamiento para la adquisición e instalación de sistemas fotovoltaicos (SFV) para la generación de energía eléctrica de hasta 4 kilowatts hora pico (kWp) para usuarios residenciales en tarifa doméstica de alto consumo, y de hasta 8 kWp, en micro y pequeñas empresas (Mypes); así como para sistemas de cogeneración eficiente de 400 kW en promedio.
El programa de financiamiento de sistemas fotovoltaicos interconectados a la red está dirigido a los usuarios del sector doméstico en tarifa de alto consumo (o DAC) y a los sectores industrial, comercial y de servicios en tarifa 2.
A la fecha, el FIDE ha financiado 917 sistemas fotovoltaicos en Mypes y el sector residencial en todo el país, por un monto de 209 millones de pesos, sumando un total de 5.9 megawatts de capacidad instalada acumulada. En atención al ritmo de colocación de créditos, se espera que para inicios del próximo año se esté financiando el proyecto número 1,000.
Esta tecnología tiene un gran potencial en el país. Actualmente existen más de 419 mil usuarios en tarifa DAC (de alto consumo) y 3.7 millones de usuarios Mypes en baja y media tensión que podrían generar su energía eléctrica a partir de la tecnología fotovoltaica, pues de acuerdo con las estimaciones actuales, la irradiación diaria en nuestro territorio es de 5 kWh/m2, en promedio, lo que permite aprovechar la energía solar para la generación de energía eléctrica.
Resalta el incremento en la colocación de SFV en el rubro de pequeñas y medianas empresas en los últimos meses, pues de los 295 proyectos autorizados en el semestre julio-diciembre del presente año, 170 de ellos fueron en el sector Mypes y el resto en el residencial. Este creciente interés por parte de las empresas se explica por la rentabilidad de estos proyectos, ya que las Mypes tienen contratadas tarifas eléctricas 2 y 3, es decir, de baja tensión, donde el precio de la energía es más alto.
Además, existe un incentivo fiscal en la Ley del Impuesto Sobre la Renta (ISR) que autoriza la deducción de hasta el 100 por ciento en inversiones de maquinaria y equipo para la generación de energía proveniente de fuentes renovables o de sistemas de cogeneración de electricidad eficientes. Este beneficio, en la práctica, puede representar el equivalente a un descuento del orden del 30 por ciento para las empresas.