Una vez abierta la competencia a más jugadores, habrá contratos, grandes y pequeños, y espacio para invitar a nuevos participantes en beneficio de la proveeduría local, dado que la Reforma Energética estableció para los proyectos un mínimo de 25 por ciento de contenido nacional, proporción que disminuirá paulatinamente durante los siguientes años.
Existe interés en la construcción de plataformas petroleras y obras de infraestructura, y de generación de energía eléctrica, tanto de forma convencional como con técnicas de producción renovables:
- Plantas de ciclo combinado
- Generadores eólicos
- Generadores solares
Habrá que aprovechar esta ventana de oportunidad, considerando que diferentes empresas mexicanas y extranjeras ya han manifestado públicamente su interés en participar o aumentar sus inversiones, así como en asociarse con otras para competir en las mejores condiciones posibles.
El régimen fiscal y legal vigente está basado en las mejores prácticas internacionales, de las cuales retoma conceptos que son ya conocidos en la industria; sin embargo, contar con una referencia de la tendencia y experiencia internacional, para dar seguimiento a las novedades en el sector, permite a los diversos participantes desarrollar diferentes estrategias.
¿Electrolineras?
Uno de los primeros segmentos que se abrirá a la competencia es el de las gasolineras y las electrolineras. Diferentes corporaciones afines a la importación, distribución y almacenamiento de gasolina se han manifestado interesadas en la introducción de nuevas marcas.
En este sentido, ya se publicó la asociación de la CFE con una cadena comercial para la operación de estaciones de carga o electrolineras, dirigidas al pequeño pero creciente segmento de los automóviles eléctricos.
Prepárese para competir en un nuevo mercado
Recientemente se lanzó la convocatoria de la tercera licitación de la Ronda Uno para la extracción de hidrocarburos en 26 campos terrestres. Esta tercera etapa incluye licencias por 25 años para la extracción de hidrocarburos en 17 campos de aceite y nueve de gas, localizados en los estados de Nuevo León, Tamaulipas, Veracruz, Tabasco y Chiapas. Se espera una inversión de 620 millones de dólares durante los primeros cinco años y con ello se produzcan 36,000 barriles diarios de petróleo y 225 millones de pies cúbicos diarios de gas. El fallo de esta licitación está previsto para diciembre de 2015.
Las organizaciones interesadas en participar en el nuevo Sector Energético en México, deben emprender un decidido esfuerzo para mejorar su competitividad y eficiencia administrativa. Para ello, es aconsejable que cuenten con una visión integral que involucre los detalles del negocio, sus necesidades, retos y oportunidades, tomando en consideración cuáles podrían ser las mejores opciones de financiamiento, fuentes de capital para expansión, de participación de mercado, entre otros aspectos.
Destaca en este contexto la necesidad de establecer un gobierno corporativo robusto. Las organizaciones que cuenten con un órgano de gobierno sólido, tendrán mayores posibilidades de participar con éxito en un mercado que se prevé fuertemente competido.
En este sentido, algunas compañías están más desarrolladas que otras, pero es claro que la institucionalización es necesaria para mitigar riesgos en un sector fuertemente dependiente de los movimientos del mercado; un mercado que exige conferir credibilidad, sustentabilidad y estabilidad institucional a las estrategias de largo plazo, de cara a los terceros interesados: fuentes de financiamiento, entidades reguladoras, proveedores, prestadores de servicios y colaboradores, por mencionar algunos.
Solo resta actuar… pero con visión a largo plazo
Específicamente en el caso de la producción en aguas profundas, contra lo que ocurre en el caso de la explotación petrolera en tierra y en aguas someras, las licitaciones se determinan por contextos de largo plazo.
En el mejor de los casos, el primer barril llega al mercado después de ocho años. Esto significa que las compañías petroleras internacionales (IOC por sus siglas en inglés), con tecnología y experiencia en este campo, tienen proyecciones de largo aliento que no están sujetas a los precios actuales del petróleo.
Se trata de grandes empresas acostumbradas a la volatilidad del mercado, y seguramente no olvidan que, en diciembre de 1998, el precio spot del petróleo de referencia West Texas Intermediate (WTI) era de apenas 11.05 dólares por barril, bastante más bajo que los precios actuales que rondan los 55-60 dólares.
Como dijimos, hay espacio para grandes y pequeños
Después de tantos años de espera se ha concretado la apertura del Sector Energético, una realidad que permitirá la intervención de nuevos actores, de todos los tamaños y diferentes partes de la cadena productiva, quienes ya demuestran sostenido interés en proyectos de producción, distribución y venta de hidrocarburos y energía eléctrica.
La Energética es una reforma basada en las mejores prácticas internacionales, procurando minimizar el efecto de la baja en los precios del crudo, y aunque las oportunidades para invertir en el sector están abiertas para todos, para aprovecharlas con mayores posibilidades de éxito, es indispensable que los diferentes posibles jugadores estén preparados en diferentes aspectos: legales, fiscales, de infraestructura, de fusiones, asociaciones y adquisiciones, entre otros.