Este desarrollo de la joven estudiante de Ingeniería en Energía y Desarrollo Sustentable es sustentable, ya que para el proceso de deshidratación del nopal para obtener la sustancia se lleva a cabo con una estufa solar creada por otro grupo de jóvenes de Ingeniería en Mecatrónica de la misma institución.
Además, Noptec –como le han llamado a este producto—también es libre de emisiones de dióxido de carbono (CO2) para la purificación de agua, al no emplearse combustibles fósiles en ninguna etapa del proceso.
La cápsula surgió como una alternativa para contribuir a resolver el problema de acceso al agua potable en comunidades marginadas en México.
Para esta innovación, se utiliza un compuesto de cactus llamado mucílago y se logra debido a la agrupación de partículas coloidades en suspensión. El proceso inicia con la separación de la epidermis del nopal; posteriormente, se procede al escaldado del cladodio y para ello se utiliza una cocina solar.
Luego se lleva a cabo un filtrado, la materia sobrante se coloca en baño maría, y finalmente se realiza la precipitación y secado del mucílago para triturarlo y colocarlo en cápsulas.
Para realizar el proceso del deshidratado del nopal, la estudiante trabajó en conjunto con los estudiantes de Ingeniería en Mecatrónica de UVM, Abdiel Acosta, Julián Mora, Alejandro Trejo y César Ramírez, quienes crearon una estufa solar, misma que fue construida con deshechos. “Lo que además convierte a Noptec en un producto sostenible, libre de emisiones de CO2 y de bajo costo”, dijo.
De acuerdo con las pruebas realizadas en laboratorio por Kimberly, cada cápsula de Noptec de un gramo logra purificar el agua de bacterias, sales minerales y metales pesados como el selenio y el plomo.
De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la infancia (Unicef), las muertes por enfermedades diarreicas, especialmente en niños, están asociadas a la falta de agua potable, disponibilidad suficiente para la higiene personal y la ausencia de servicios de saneamiento, entre otros.