La mosca de la fruta, con nombre científico Anastrepha ludens, puede infestar centenas de frutos a lo largo de su vida, además de que propicia la entrada de diversos organismos que provocan la putrefacción temprana de los mismos.
Resultado de cuatro años de investigación científica, la trampa consiste en un dispositivo conocido como estación cebo que asemeja un bebedero de aves y administra insecticida durante un largo periodo al usar el principio del barómetro de Torricelli (mide la presión atmosférica).
La patente fue otorgada por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) y la investigación estuvo a cargo de Diana Pérez Staples y Francisco Díaz Fleischer, del Instituto de Biotecnología y Ecología Aplicada (Inbioteca) de la UV, de acuerdo a la información de UNAM Global.
Esta investigación, en la que también participaron estudiantes de la Facultad de Ciencia Agrícolas de la UV, busca contribuir a posibles soluciones de problemas medioambientales a bajo costo para que estén al alcance de todo tipo de productores, además de impactar positivamente en el entorno, lo que redunda en beneficios para la salud humana.
Díaz Fleischer explicó que el objetivo de patentar este desarrollo es comercializarlo, lograr inversionistas para continuar con la investigación y pasar a la etapa de desarrollo para que pueda ser aplicado en el campo.
Destacó que el mercado nacional es bastante interesante para este producto, toda vez que México tiene una industria frutícola muy importante y este dispositivo permite controlar a la mosca y reducir el uso de insecticidas en el campo.
De acuerdo con información de la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec), este tipo de plaga daña directamente la fruta, pues se alimentan de la pulpa, provocan la caída y la contaminación por patógenos, lo que lleva a pérdidas de 10 a 25 por ciento en la producción de mango, guayaba y cítricos.
El mango y la naranja ocupan la mayor parte de la superficie de frutales en México, y a los daños directos de pérdidas en rendimiento e incremento de costos de control se añaden las afectaciones indirectas que incluyen a la restricción en la comercialización nacional y de exportación y a la construcción y mantenimiento de instalaciones para el tratamiento de frutas y de programas de erradicación.
La infestación por moscas de la fruta es uno de los grandes problemas en el mercado internacional de frutas y cuando los países importadores requieren tratamientos sanitarios postcosecha, los productores exportadores deben aplicar un tratamiento aprobado para eliminar a la plaga.