En 2018 "Rusia no sólo garantizará el lanzamiento del aparato, sino que lo equipará con instrumentos" técnicos y científicos, afirmó Lev Zelenni, director del instituto perteneciente a la Academia de Ciencias de Rusia.
El científico ruso explicó que en 2018 "el aterrizaje en Marte (del robot motorizado europeo Pasteur) se efectuará con medios rusos".
La agencia espacial rusa Roscosmos espera haber construido para entonces una plataforma de aterrizaje en el planeta rojo.
Además, adelantó que la financiación del proyecto europeo ya ha sido aprobada por el Gobierno ruso y en breve Roscosmos y el IIE firmarán el correspondiente convenio.
El portavoz del IIE, Yuri Zaitsev, añadió que Roscosmos contribuirá a la misión con un equipo de espectrómetros de infrarrojos ACS y un espectrómetro de neutrones Frend.
Zaitsev apuntó que la primera sonda se concentrará en explorar la atmósfera de Marte, en particular los gases invernadero.
A su vez, otro experto del IIE, Ígor Mitrofánov, aseguró que hace varios millones de años Marte no era muy diferente de la Tierra, ya que en su superficie había ríos y lagos.
Los científicos rusos consideran que, una vez que el planeta rojo perdió su campo magnético debido a su escasa masa, el viento solar acabó por evaporar todo el agua marciana.
Roscosmos decidió cooperar activamente con la Agencia Espacial Europea (ESA) después de que la NASA estadounidense abandonara el proyecto por motivos financieros.
La NASA y la ESA firmaron en 2009 un acuerdo para compartir los costes de una misión en dos partes a Marte, que incluía el lanzamiento de una nave orbital en 2016 y dos robots exploradores en 2018, con el objetivo de buscar señales de vida en el planeta rojo, así como probar tecnologías necesarias para un viaje de ida y vuelta.