Rusia reanuda la conquista de Marte con el lanzamiento de la estación Fobos-Grunt

La estación interplanetaria automática rusa Fobos-Grunt fue lanzada con el objetivo de posarse en la luna marciana Fobos y traer de regreso a la Tierra una carga de un valor incalculable: 200 gramos de suelo marciano.

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Foto facilitada por la Agencia Espacila Europea (ESA) que presentan un cráter en las tierras altas del sur de Marte.

La Fobos-Grunt, una estación de 13.5 toneladas de masa, fue propulsada a las 20:16 GMT por un cohete Zenit-2SB desde el cosmódromo kazajo de Baikonur, informaron las agencias rusas.

Según el plan inicial, la nave alcanzará la órbita de Fobos en menos de un año, tras lo que dedicará varios meses a buscar el lugar más apropiado para tomar contacto con la superficie lunar.

La idea es que la estación se pose en febrero de 2013 en las proximidades del valle Lagado de Fobos, nombre que como muchos otros del satélite natural marciano ha sido tomado de la obra de Jonathan Swift "Los Viajes de Gulliver".

Dos brazos robóticos recogerán las muestras de rocas y polvo marciano, tras lo cual el módulo de retorno iniciará su camino de regreso a nuestro planeta adonde llegará después de un viaje de ida y vuelta de 34 meses.

Mientras, la estación permanecerá en la superficie del satélite de Marte, adonde nunca antes ha llegado ninguna nave espacial, para investigar el espacio colindante y el clima del planeta.

Fobos es una de las dos lunas marcianas, que, según algunos científicos, fue un asteroide capturado por la fuerza de gravedad de Marte.

La agencia espacial rusa, Roscosmos, y la Agencia Espacial Europea (ESA) han firmado un acuerdo para emplear los centros europeos de seguimiento con el fin de guiar a la Fobos-Grunt.

La sonda rusa llevará también a la órbita marciana un minisatélite científico chino Yinghuo-1, que sondeará la atmósfera del planeta rojo, así como contenedores con microorganismos y larvas de insectos que regresarán a la Tierra junto con la muestras del suelo de Fobos en agosto de 2014.

"Este es el primer proyecto en el que sustancias vivas (50 clases de microorganismos) serán llevados a Marte, permanecerán allí algún tiempo y regresarán a la Tierra", asegura Anatoli Grigoriev, vicepresidente de la Academia de Ciencias de Rusia.

Ese material biológico servirá para estudiar la influencia de la radiación cósmica en los organismos vivos.

Los científicos rusos han destacado que el estudio del suelo de Fobos permitirá obtener nueva información sobre los orígenes de nuestro sistema solar.

El proyecto permitirá el estudio de la materia inicial del sistema solar y ayudará a explicar el origen de Fobos y Deimos, la segunda luna marciana, así como de los demás satélites naturales en el sistema solar.

Así explicó hoy a la agencia oficial rusa RIA-Nóvosti los alcances del experimento el director del Instituto de Investigaciones Cósmicas de Rusia, el académico Lev Zelioni.

"De momento no podemos contestar a la pregunta de cómo se formó el Sistema Solar, de cuán único es en su género entre la infinidad de estrellas similares al Sol", dijo Mijaíl Márov, subdirector del Instituto de Bioquímica y Química Analítica Vernadski.

Según el científico, se trata de entender hasta qué punto la materia de Fobos se corresponde con la idea que existe sobre la composición de Marte y si el satélite se formó naturalmente o se trata de un asteroide capturado por el campo gravitatorio del planeta rojo.

La segunda pregunta que ayudará a responder el proyecto es si hay materia orgánica en Fobos y, en caso de la que la haya, de qué tipo es.

Márov admitió que muchos de los institutos científicos que participan en el experimento Fobos-Grunt aún no están preparados para estudiar a fondo las muestras de la luna marciana que en poco menos de tres años serán traídas a la Tierra.

Además, este proyecto permitirá estudiar el espacio y clima marciano, cómo la radiación afecta a la vida en el planeta rojo, y ensayar las principales tecnologías de las futuras expediciones a Marte, como la toma de pruebas de terreno en condiciones de ingravidez y, sobre todo, la operación de aterrizaje.

El proyecto Fobos-Grunt, con un coste del orden de los 5,000 millones de rublos (cerca 170 millones de dólares), es visto como una oportunidad para conservar la experiencia soviética de la conquista del espacio.

"En la práctica, es la última oportunidad de que la gente que trabajó en esos proyectos (soviéticos) pueda transmitir su experiencia a los jóvenes especialistas, para no romper el vínculo generacional", declaró Víctor Jartov, director del Grupo Lavochkin, la constructora rusa de naves espaciales.

Según Jarkov, si las nuevas generaciones no toman el relevo, Rusia estaría "en el mismo lugar en que se encuentran los países que recién están saliendo al espacio".

La Unión Soviética fue la primera potencia que logró posar un aparato, el Mars-3 en suelo marciano, acontecimiento que se produjo el 2 de septiembre de 1971.

No obstante, el último intento de enviar una nave interplanetaria a Marte en 1996 terminó en fracaso, ya que el aparato se desintegró en pleno vuelo tras ser incapaz de alcanzar su órbita.

Roscosmos considera que el ser humano podrá enviar una nave tripulada al planeta rojo entre 2030 y 2040, objetivo que persiguen tanto Rusia como Estados Unidos y China.