OMS detecta carencia de hierro y anemia al cerrar el primer trimestre del año

La Organización Mundial de la Salud ha detectado la carencia de hierro en embarazadas e infantes y falta de hemoglobina acompañada de oxigenación al cerebro conocida popularmente como anemia.

Por Rosalía León García
Etiquetas: 

Ambas enfermedades prenden las alertas sobre la mejoría de la salud poblacional a cuatro años de la pandemia por Covid-19 y de los procesos de alimentación que surgieron en los últimos años, además de como repercute en el rendimiento escolar, laboral y de recreación.

Un infante muestra señales de ambos malestares si presenta cansancio extremo, no acude a clases y no práctica deporte.

"Reducir la anemia es uno de los objetivos de nuestras actividades para erradicar todas las formas de malnutrición. Ahora bien, los progresos han sido limitados y sigue habiendo 614 millones de mujeres y 280 millones de niños en todo el mundo afectados por este problema", señaló el Dr. Francesco Branca, Director del Departamento de Nutrición e Inocuidad de los Alimentos de la OMS.

"La carencia de hierro es un importante determinante de la anemia y medir la ferritina ‒un biomarcador clave del metabolismo del hierro‒ nos ayudará a orientar mejor y evaluar las medidas para combatir la anemia".

El hierro es un elemento esencial con funciones importantes, como el transporte de oxígeno, la síntesis del ADN y el metabolismo muscular. La carencia de hierro es la principal causa de la anemia, la deficiencia nutricional más prevalente en todo el mundo: afecta al 33% de las mujeres no embarazadas, al 40% de las embarazadas y al 42% de los niños.

Las nuevas directrices también tratan la detección temprana de la sobrecarga de hierro (acumulación de hierro en el organismo), consecuencia por lo general de trastornos como la hemocromatosis hereditaria, la talasemia, transfusiones de sangre repetidas u otras afecciones que afectan a la absorción o regulación del hierro y que también pueden llevar al deterioro de la salud si no se tratan.

Conocer mejor la prevalencia y distribución de la carencia de hierro y el riesgo de sobrecarga en la población ayuda a los países a elegir intervenciones adecuadas y a supervisar y evaluar los efectos y la seguridad de los programas de salud pública. Por ejemplo, la carencia nutricional de hierro se observa habitualmente en poblaciones que también padecen enfermedades infecciosas. La evaluación adecuada del estado de hierro en países con enfermedades infecciosas puede ayudar a establecer políticas de salud adecuadas.

Las directrices de la OMS tienen por objeto ayudar a los Estados Miembros y sus asociados a tomar decisiones de base científica sobre las medidas adecuadas en sus esfuerzos por reducir la carencia de hierro y mejorar la salud y la calidad de vida de las personas y las poblaciones.