El estudio obtendrá por primera vez observaciones mundiales del clima espacial en una región dinámica de la atmósfera superior de la Tierra que puede interferir con las comunicaciones de radio y GPS.
La misión de nombre Experimento de Olas Atmosféricas (AWE, por sus siglas en inglés) estará unida al exterior de la Estación Espacial Internacional, la cual se encuentra en la termosfera, una capa entre la exosfera y mesosfera.
Desde su ubicación, AWE estudiará en bandas de luz de colores en la atmósfera de la Tierra, llamada airglow, para determinar qué combinación de fuerzas impulsa el clima espacial en la atmósfera superior.
La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) señala que los científicos pensaron que únicamente el flujo constante de luz ultravioleta y el viento solar afectan la región.
Sin embargo, la variabilidad solar no es suficiente para impulsar los cambios observados, y el clima de la Tierra también debe tener un efecto.
Por lo anterior, señala la agencia espacial estadunidense, AWE investigará cómo las ondas en la atmósfera inferior, generadas por variaciones en las densidades de diferentes paquetes de aire, impactan la atmósfera superior.
La NASA también seleccionó la misión espacial, SunRISE, un conjunto de seis nanosatélites que operan como un gran radiotelescopio, que investigarán cómo las tormentas gigantes del clima espacial proveniente del Sol, llamadas tormentas de partículas solares, se aceleran y se liberan en el espacio planetario.