Namibia registró un récord de 87 rinocerontes muertos por furtivos en 2022

Un total de 87 rinocerontes murieron a manos de los cazadores furtivos en Namibia en 2022, el número anual más alto registrado hasta la fecha en el país sudafricano, según informó el Ministerio de Medio Ambiente, Silvicultura y Turismo namibio.

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Imagen de archivo de un rinoceronte.EFE/Boris Roessler

En un comunicado del ministerio publicado hoy por medios locales, 61 de esos animales fueron rinocerontes negros y 26 rinocerontes blancos, la mayoría de ellos pertenecientes al Parque Nacional Etosha (norte), uno de los más grandes de África.

"En años anteriores, Namibia registró 45 rinocerontes cazados furtivamente en 2021, 43 en 2020, 61 en 2019, 84 en 2018 y 55 en 2017. Este año, un rinoceronte ha sido cazado furtivamente", afirmó el portavoz del ministerio, Romeo Muyunda.

Sin embargo, Muyunda precisó que este año, de momento, ningún elefante ha muerto por la caza furtiva en el país.

De hecho, las cifras de caza furtiva de esos paquidermos han disminuido drásticamente en los últimos años, desde la más alta de 101 en 2015 hasta 50 en 2017, 27 en 2018, 13 en 2019, 12 en 2020, 10 en 2021 y 4 el año pasado.

"Esperamos que estas cifras continúen cayendo hasta que alcancemos el objetivo de caza furtiva cero", subrayó el portavoz.

"El creciente sector turístico de Namibia depende en gran medida de la vida silvestre. La situación de la caza furtiva de rinocerontes requiere la participación de todas las partes interesadas. Los miembros del público deben denunciar a los presuntos perpetradores a las autoridades", agregó Muyunda.

Los cazadores furtivos buscan los cuernos de rinoceronte, que se venden sobre todo en mercados asiáticos como China, donde se les atribuyen propiedades curativas y afrodisíacas, o Vietnam, donde se exhiben como símbolo de riqueza.

La caza furtiva de rinocerontes ha sacudido el sur de África durante décadas, especialmente en las vecinas Sudáfrica y Botsuana, donde se han activado programas para atajar ese problema que incluyen la vigilancia estricta o la eliminación de los cuernos de esos mamíferos para desalentar a los cazadores ilegales.