El alcance total de estos abusos todavía está por determinarse, pero el impacto colectivo ya está bien claro: la confianza en la Web está disminuyendo. Sabemos que la Web es capaz de dar fuerza a las personas independientemente de las clases, culturas o idiomas, y que crea oportunidades inigualables de prosperidad económica. Sin embargo, si la gente no puede confiar en qué ocurre con su información y su actividad en Internet -ya sea utilizando laptops, teléfonos u otros dispositivos-, estará menos dispuesta a interactuar con la Web, y hará todo lo posible por proteger y aislar sus datos. La balcanización resultante dañaría a Internet irreparablemente, y tendría enormes consecuencias económicas.
¿Verdad que suena terrible? Esta es la razón por la que en Mozilla estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance para crear un ambiente de más confianza, de modo que la Web pueda seguir prosperando. Hacemos esto desarrollando servicios como Lightbeam y características como No quiero ser rastreado. Lo hacemos al crear productos transparentes y de código abierto como Firefox, un navegador que nuestra comunidad puede corroborar que no está siendo alterado con propósitos deshonestos. Además, lo hacemos al trabajar de cerca con legisladores y exhortar a líderes políticos a que lleven el ambiente legal y cultural hacia un horizonte más abierto.