La NASA lanza la sonda Juno para estudiar Júpiter

La NASA lanzó la sonda Juno con el objetivo de estudiar Júpiter y descifrar qué hay en el interior del planeta gaseoso, qué cantidad de agua contiene y qué papel desempeñó en la formación del sistema solar.

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El cohete Atlas V y la nave espacial de carga Juno que son vistos en la plataforma de lanzamiento.

La sonda espacial Juno partió en un viaje de cinco años hacia Júpiter para descifrar algunos de los enigmas del planeta gaseoso, considerado la "piedra Rosetta" del Sistema Solar.

Los científicos esperan poder resolver algunas cuestiones como la cantidad de agua que tiene el planeta o si, además de estar formado por gases como hidrógeno y helio, cuenta con un centro sólido, así como el papel que desempeñó en la formación del Sistema Solar.

Juno, nombre de la esposa de Júpiter en la mitología romana, partió a bordo de un cohete Atlas V equipado con cinco propulsores de combustible sólido, desde el Centro Espacial Kennedy de la NASA en Cabo Cañaveral (Florida).

La sonda salió con un ligero retraso debido a una fuga de helio en el cohete, que obligó a detener la cuenta atrás cuatro minutos antes de la hora del lanzamiento original previsto a las 11:34 hora local (15:34 GMT).

Según confirmó la agencia espacial, el incidente no afectó a ninguno de los sistemas y se recibió luz verde para partir a las 12:25 hora local (16:25 GMT).

"Con el lanzamiento de la nave Juno, comienza el viaje hacia otra nueva frontera", dijo el director de la NASA, Charles Bolden, en un comunicado.

Después de una travesía de unos 2,800 millones de kilómetros está previsto que la sonda alcance la órbita de Júpiter en julio de 2016 y durante un año terrestre sobrevolará el planeta 33 veces a una altura de unos 5,000 kilómetros.

El patrón de vuelo de la sonda está diseñado para cubrir todas las latitudes y longitudes de Júpiter, de modo que los científicos puedan confeccionar un mapa completo de su campo gravitatorio y averiguar cómo están organizadas las capas internas de este cuerpo celeste.

Su potente campo magnético actuó como barrera para impedir que las moléculas dispersas en el Universo en el principio de su historia quedaran fuera del sistema solar y permitió que se diera la vida, por lo que su estudio es especialmente interesante para la ciencia.

"Júpiter es como la 'piedra Rosetta' de nuestro sistema solar", aseguró Scott Bolton, del Southwest Research Institute y principal investigador de la misión Juno, en alusión a la piedra egipcia que, inscrita en griego antiguo, demótico y jeroglíficos, permitió descifrar la escritura de los faraones.

Bolton subrayó que, además de ser el planeta más antiguo, Júpiter contiene más material originario "que el resto de planetas, asteroides y cometas juntos y tiene información no sólo sobre el Sistema Solar, sino sobre nosotros".

"Juno será nuestro emisario para interpretar qué es lo que Júpiter tiene que decir", señaló Bolton.

Aunque anteriormente la NASA había enviado otras misiones -como la sonda Galileo- para estudiar el planeta, Juno será la que más se acerque y hará historia al ser el primer artefacto que orbite sus dos polos.

Juno se convertirá, además, en la primera nave con energía solar diseñada por la NASA para operar a una distancia tan alejada del astro rey, cinco veces más que la de la Tierra.

Apenas unas semanas después de que Estados Unidos concluyera su programa de los transbordadores, con los que durante 30 años la NASA ha realizado vuelos tripulados, Bolden subrayó que el futuro de la exploración espacial incluye misiones científicas "innovadoras" como esta para entender mejor el sistema solar y ampliar nuevos destinos.

La nave Juno no está diseñada para contar con tripulación, aunque a bordo llevará unos pequeños viajeros -fabricados por la compañía de juguetes Lego-, que representan a Júpiter, Juno y el astrónomo y científico italiano Galileo Galilei, para despertar el interés de los más pequeños en la ciencia.

Además, la agencia espacial italiana ha querido rendir un pequeño homenaje a Galileo, quien en el siglo XVII fue el primero en observar las lunas de Júpiter, y ha entregado a la NASA una placa conmemorativa que también viajará a bordo de Juno.

Con cuatro toneladas de peso, la nave tiene forma hexagonal y está diseñada para mantenerse con tres grandes paneles solares que cuando se desplieguen darán al vehículo una longitud de 20 metros.

Entre sus instrumentos se incluye un magnetómetro vectorial, para medir el componente del campo magnético en una dirección particular; un detector de plasma y partículas energéticas;cámara de infrarrojos y de ultravioleta; además de una cámara de color para ofrecer al público la primera visión detallada de los polos de Júpiter.