Nacida hace 11.000 millones de años y bautizada como BX442, esta galaxia es bastante mayor en comparación con otras formadas en la misma época, y fue identificada por un equipo de astrofísicos de la Universidad de Toronto (Canadá) mientras fotografiaban trescientas galaxias muy lejanas mediante el telescopio espacial Hubble.
Según explicó a Efe David Law, autor principal del estudio, las imágenes permiten apreciar claramente su movimiento giratorio y sus brazos luminosos, en los que se forman nuevas estrellas.
"El hecho de que esta galaxia exista es asombroso. Lo que sabíamos hasta ahora nos hacía pensar que esas grandes galaxias espirales simplemente no podían existir en una época tan antigua en la historia del universo", afirmó Law.
Además, aseguró que disponen de pruebas suficientes que apuntan a que en el centro de la galaxia habría un agujero negro de dimensiones enormes, que habría desempeñado un papel importante en la formación de la misma.
El universo primitivo, hace alrededor de 11.000 millones de años, "fue la época en la que probablemente se formaron la mayoría de las estrellas que podemos ver hoy día. Las galaxias colisionaban entre sí con mucha más frecuencia", describió Law.
Además, las estrellas y los agujeros negros se formaban con mucha más rapidez que en la actualidad, agregó Alice Shapley, co-autora del estudio.
"El universo era entonces un lugar muy diferente. El universo actual es aburrido en comparación con aquel", afirmó Shapley.
El descubrimiento de BX442 sorprendió a los astrofísicos porque habitualmente las galaxias más antiguas parecen "extrañas, grumosas e irregulares".
"A medida que nos remontamos en el tiempo hacia el Big Bang, la mayoría de las galaxias antiguas parecen accidentes de tren. Nuestro primer pensamiento fue ¿por qué esta es diferente y tan bonita?", explicó Shapley.
El hallazgo de esta galaxia hace pensar a Law y sus colegas que las espirales existen desde hace más tiempo de lo que se pensaba.
Este equipo canadiense espera ahora que el estudio detallado de BX442 aporte nuevos datos sobre cómo se forman las galaxias espiral, entre las que se encuentra la Vía Láctea.
"Nos gustaría tomar imágenes de esta galaxia en otras longitudes de onda, para conocer el tipo de estrellas que existen en cada parte de ella", añadió Shapley.