El Gobierno francés lanzó este martes una licitación para proyectos de desarrollo de biocarburantes para la aviación, cuya dotación será de 200 millones de euros (unos 216 millones de dólares al cambio actual), anunció este martes el ministro delegado de Transportes, Jean-Baptiste Djebbari.
El objetivo es "apoyar los proyectos de investigación y desarrollo llevados a cabo por empresas, solas o dentro de un consorcio, que aceleren la puesta en marcha de tecnologías o soluciones ambiciosas, innovadoras y sostenibles, desde las fases de investigación industrial hasta la demostración operacional", dijo Djebbari.
El responsables de Transportes realizó el anuncio en una visita a una planta piloto en Venette, en el departamento de Oise (norte de Francia), que busca producir biocarburantes aeronáuticos de segunda generación, a base de residuos agrícolas o forestales.
"Al contrario de los de primera generación, su producción no compite con las tierras agrícolas y nuestra alimentación (pues está producido a base de virutas de madera y eso no se come)", escribió Djebbari en su cuenta de Twitter, en la que explicó que el objetivo es reducir el precio de los biocarburantes y producirlos en Francia.
El concurso público se cerrará el 29 de abril de 2022, tras hacer una primera selección este 15 de octubre, en el que valorarán la calidad de los proyectos, y la dotación podrá alcanzar los 200 millones de euros.
Conocidos como SAF por sus siglas en inglés ("sustainable aviation fuels"), son una de las alternativas para tratar de reducir la huella de carbono del transporte aéreo, que suponen entre un 2 y un 3% de las emisiones globales de dióxido de carbono.
Sin embargo, hasta ahora se trata de una producción cara, pese a que los planes de la Unión Europea regulan una progresiva incorporación de los SAF en los carburantes convencionales, de al menos un 5% de aquí a 2030.