El satélite de observación espacial Glory, lanzado desde California, no pudo desprenderse correctamente del cohete Taurus XL que lo propulsaba ni alcanzar la órbita, por lo que ambos aparatos cayeron desde el cielo, probablemente en el océano Pacífico, según informó la NASA.
El cohete de propulsión despegó con éxito a las 10.09 GMT desde la Base Vandenberg de la Fuerza Aérea en California, pero unos seis minutos más tarde el director de lanzamiento, Omar Baez, indicó que había un mal funcionamiento en la operación.
"No logramos llevarlo hasta la órbita", dijo Baez, quien añadió que todos los indicios apuntan a que el Glory y el cohete "están en alguna parte del sur del Océano Pacífico".
El satélite debía haberse separado del proyectil propulsor 13 minutos después del lanzamiento y debía ubicarse en una órbita sincronizada con el Sol que le permitiera escanear casi toda la superficie de la Tierra.
Un fallo similar de la estructura de protección del artefacto científico ocurrió en un cohete Taurus en 2009 y estropeó otra misión de la agencia espacial estadounidense para el estudio del clima terrestre.
La misión del artefacto Glory era proporcionar datos de alta precisión sobre las partículas atmosféricas conocidas como aerosoles y la radiación solar para la elaboración de modelos y el pronóstico de cambios en el clima de la Tierra.
El Glory debía incorporarse al programa "A-Train", compuesto por el conjunto de satélites de observación de la Tierra que ya están en órbita y que investigan las variables que afectan al clima.
El artefacto espacial, del tamaño de un refrigerador, estaba equipado con un instrumento capaz de medir las sutiles fluctuaciones de la energía emitida por el Sol.
Los aerosoles y la energía solar afectan al balance energético del planeta, ya que influyen tanto la cantidad de energía que entra como la que sale de la atmósfera terrestre.
La medición precisa de estos impactos es importante para anticipar los cambios en el clima de la Tierra y cómo pueden afectar la vida humana.
Los aerosoles son lo suficientemente pequeños como para flotar en la atmósfera de la Tierra y afectan las condiciones meteorológicas ya sea por la luz solar que absorben o porque la reflejan.
El objetivo de Glory era averiguar los efectos de estos aerosoles, por ejemplo, si podrían cambiar los patrones de la lluvia al introducirse en las nubes o si se acumularan en la atmósfera, y si estos efectos serían de larga duración.
Los efectos de algunos aerosoles se limitan a las partes del mundo que los generan. Por ejemplo, las ciudades en países en desarrollo a menudo producen la mayor parte del "negro de humo", o el hollín, y es en esas áreas donde se ven los efectos de manera más clara, a veces, incluso, en forma de problemas de salud.
Sin embargo, otros aerosoles como el polvo del desierto del Sahara, llegan lo suficientemente alto en el aire como para ser transportados a través de los océanos. En el caso del Sahara, el polvo se ha visto en el Caribe.